Bienvenidas

“Por falta de espacio dejaremos para otro artículo el análisis detallado del anuncio donde se les da la bienvenida a las niñas que tienen la inmensa suerte de nacer en Andalucía”. Lo prometido se cumple y hoy llevaremos a cabo la exégesis, vulgo comentario de texto, del anuncio que el PSOE de Andalucía ha convertido en cuña que se nos meterá, de momento, por los oídos: con esto de las campañas electorales nunca se sabe... Cumplimos lo prometido porque nosotros no pertenecemos a la estirpe chavesiana. Los seguidores del profeta Manolo asisten cada día al milagro de los planes –con ele, por favor- y los peces. En su peculiar sermón de las bienaventuranzas, que el marketing sociata convierte en bienvenidas, el profeta Manolo obra el milagro de convertir los incumplimientos en promesas. Lo normal sería lo contrario, esto es, que las promesas llevaran al incumplimiento. Pero ya se sabe que el profeta Manolo está más allá del bien, del mal, del regular y del necesita mejorar. Las promesas incumplidas se reciclan en idénticas promesas: ecología política en estado puro.

La campaña para dar la bienvenida a las niñas que nacen en Andalucía comienza con una frase digna del mármol: “Bienvenida al mundo donde ser mujer ya es una oportunidad”. ¿Al mundo? ¿Es que Andalucía ya es el mundo y nosotros con estos pelos? ¿O es que hemos conseguido los andaluces y las andaluzas contagiar al mundo entero de nuestro afán por las listas cremallera y los listos que llevan en el velcro en la boca? Los del velcro son los que despotrican en privado y luego callan en público “porque yo no puedo hablar”, o “porque no es plan de hacerle el juego a la derecha”. Sigamos.

“Bienvenida al lugar donde hacerse anciano es vivir mejor y donde la salud es más que un médico”. Lo primero es de nota. Ahora resulta que para llegar a viejo antes hay que hacerse (sic) anciano. Intuimos las consultas en la Consejería para la Igualdad, que no de la Igualdad: las preposiciones son muy importantes en el organigrama del régimen. “Oiga, venía porque quiero hacerme anciano, ¿sabe usted qué papel hay que rellenar? Como he escuchado el anuncio por la radio –pronúnciese el arradio- y quiero vivir mejor, a ver si sacándome el carné de anciano mejoro algo, que la cosa está ‘mu’mala”. Sin comentarios. En cuando a la salud, claro que es más que un médico. ¿O no vamos a contar la cantidad de enchufados, colocados, liberados y demás personal adicto que se ha buscado un sitio en el SAS para no tener que pisar los hospitales?

“Bienvenida, welcome, bienvenue, porque si quieres hablarás tres idiomas”. Sin darse cuenta han puesto el dedo en la llaga. Ojo al condicional: si quieres... Eso deberían decírselo a los apóstoles laicos de la Logse que se han cargado la educación en Andalucía. Para hablar tres idiomas primero hay que querer hablarlos. Y después se debe uno dejar las neuronas en el aprendizaje, ya que lo de Pentecostés sucedió una vez y no ha vuelto a repetirse. Si quieres... y si puedes, ¿o es que vamos a suponer que todo el mundo está capacitado para un trilingüismo que no se adquiere por inmersión social, sino por estudio en las aulas?

Es una pena que esta campaña no incluya una frase de la presidenta del Parlamento de Andalucía, adalid o heralda del feminismo militante de conveniencia. María del Mar Moreno, que no se conforma con las listas de la cremallera y pretende que sus compañeras del partido calienten el asiento tanto tiempo como los barones con be o los simples varones con uve, podría haber rematado la faena. ¿No quieren memoria histórica? ¡Marchando una cajita! De cajas de ahorro va la cosa. “Bienvenida a la tierra donde los que se enfrentan con su presidente no serán nadie”. Lo dijo a propósito del enfrentamiento de Benjumea y Beneroso con el profeta Manolo. “No serán nadie”. Una frase vale más que mil campañas.