jueves, enero 10, 2008

El club de la memoria

Es un lujo compartir periódico y amistad con Eva Díaz Pérez, flamante finalista del Nadal con una novela que hunde sus raíces literarias en una memoria que se parece demasiado al olvido. El club de la memoria cierra la primera trilogía de esta joven autora que aún no ha llegado a los cuarenta y que escribe como si ya estuviera de vuelta, como si hubiera vivido los años terribles y fascinantes de aquella España que se desgarró en dos bandos mientras sus hijos más ilustres no tenían dónde caerse muertos ni dónde escaparse vivos. En Memoria de cenizas se metió en los reductos iluminados del protestantismo que desafiaba a la unicidad de su época, y en Hijos del Mediodía se atrevió a escribir sobre una Sevilla que existió más en los libros que en sus propias calles. Ahora se saca del magín este club de le memoria que a buen seguro no tiene nada que ver con la memorieta de opereta y oropel que quieren vendernos los mismos que han prostituido aquel ideal de las Misiones Pedagógicas que abrieron un portillo de esperanza en plena II República.

Hemos hablado más de una vez con Eva sobre este tema que nos encoge el alma a los dos. Se eriza el vello de le emoción cuando uno se imagina a poetas tan fríos como Cernuda deambulando por aquella España pobre y gris, por aquellos pueblos donde eran recibidos con un respeto que hoy no existe hacia los ilustrados. Aquella Misiones Pedagógicas que Eva retrata en su nueva novela han degenerado en una Andalucía kitsch, falsa como los farsantes que manipulan nuestra cultura popular hasta el límite de convertirla en una mascarada hueca que sirve como trampolín para sus bastardos intereses electoralistas.

¿Qué dirían aquellos misioneros republicanos si se encontraran con el canalillo autonómico de Chaves y compañía? Encima tienen la poca vergüenza de proclamarse herederos de aquellos héroes silentes que pagaron muy caro su compromiso con la cultura y la libertad: la derrota, la humillación, el exilio, los campos de concentración… o la muerte, que ni siquiera era la gran igualadora de la mitología medieval. Ahora todo es distinto. Una tropa de mindundis encaramados al poder se reparte los despojos de la Andalucía más culta y le ofrece al pueblo la casquería casquivana y barata que lo mantiene adormecido.

Además, el caso de Eva Díaz es paradigmático y sirve para desenmascarar el montaje de los observatorios, institutos, asociaciones y demás morralla feministoide que sirve para colocar en las listas a las tontas del régimen. Eva se ha ganado su prestigio literario a pulso. No ha caído en las suaves y melosas garras de esa literatura presuntamente femenina que ni es lo uno ni lo otro. Alejada de los circuitos culturetas del régimen, esta mujer libre e independiente está forjando su obra con la única herramienta que tiene a mano: la palabra. Lo demás es cuento.

Bienvenida sea la novela de la compañera que trabaja en una redacción que se resiste a las componendas del régimen. Frente a tanto comedor y bebedor a cuenta del presupuesto público, frente a los profesionales de las lecturas y conferencias pagadas a precio de oro, la labor callada y fructífera que no tiene otra salida que las páginas silenciosas de una novela donde se deja hablar al viento de la memoria, que diría Onetti.

Los Reyes Magos nos han traído esta íntima alegría, este gozo que se mezclará con la historia amarga de la novela que pronto leeremos para recomponer el equilibrio de la vida: mitad miel, mitad acíbar. Eligió el mismo pseudónimo que utilizaba Rafael Porlán, un poeta perdido que nos ha hecho disfrutar de momentos muy hondos. Se llama Eva y ofrece libros como manzanas. Y como se dijo antes, es un lujo compartir periódico y amistad con una mujer que no entiende de cuotas: la libertad es algo que no puede cerrarse con una cremallera.

5 Comments:

Blogger Lopera in the nest said...

Admirado Paco, la frase con que terminas el artículo:

La libertad es algo que no puede cerrarse con una cremallera.


Es la que más se merece una gran persona y mejor escritora (o al revés que daría igual), como Eva Díaz Pérez.

Tengo una duda: ¿Gustará una frase como esta en el Instituto de la Mujer?.

12:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tengo muchas ganas de leer las obras de esta mujer.

¿Podrían decirme si son fáciles de encontrar?

11:55 a. m.  
Blogger Lopera in the nest said...

Aquí van las referencias:

MEMORIA DE CENIZAS
FUNDACION JOSE MANUEL LARA
ISBN: 9788496152380

HIJOS DEL MEDIODIA
FUNDACION JOSE MANUEL LARA
ISBN: 9788496556157


Los datos están sacados de la página web de La Casa del Libro, donde aparecen como disponibles.

5:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Su primer libro, "El polvo del camino. El libro maldito del Rocío", aunque no tiene el nivel literario de los posteriores, también es muy recomendable, es divertidísimo, es una crítica mordaz de los "especímenes" que se pueden encontrar haciendo el camino del rocío.

6:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Paco:

Efectivamente, Eva es un cañón. Y lo es porque vale para serlo. Siempre estará miles de metros por encima de enchufados (y enchufadas; qué mal suena en femenino, ¿verdad?) y pseudoliteratos y pseudoliteratas.


Eva está disfrutando del gustazo de su libertad a la hora de escribir. La sigo desde su primer libro y en éste se sale. Es sencillamente genial. Un tema precioso preciosamente tratado, y con una fuerza narrativa como muy pocos tienen hoy en día en España.

Me siento orgulloso de conocer a Eva y a su obra.

12:49 a. m.  

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