lunes, diciembre 10, 2007

¡Viva Moneo y arriba el mamoneo!

El género literario de la divagación, tan sevillano, degenera en el subgénero del mamoneo, tan gaditano. En Cádiz, cuna de la libertad, hay que mamar el mamoneo como forma de entender la vida, como esa gatera por donde escapamos ante la imposibilidad de resolver los problemas. Cuando nada tiene solución, bienvenido sea el humor negro que le pone papelillos y serpentinas a la muerte, ¿o no han visto los adornos chirigoteros que luce en su fachada el tanatorio fallero de la SE-30?

El maestro mayor del mamoneo hispalense no es otro que el corregidor Monteseirín, dicho sea lo de corregidor en todos los sentidos guasones del término. Alfredito Buena Gente es corregidor porque rige con Rodrigo Torrijos, su sombra y su luz, el teniente que manda más que el capitán del navío a la deriva. También lo llamamos así porque corrige continuamente sus planes iniciales, si es que los tiene, y va parcheando la ciudad con las correcciones que se hace a sí mismo. El tranvía parcheó en su momento al metro que no estaría inaugurado, como se preveía, antes de las elecciones municipales. Y en una pirueta digna de los artistas circenses, el tranvía se parchea a sí mismo en esas divagaciones teóricas que lo llevan de acá para allá: como cantaría María Dolores Pradera, este tranvía huele a la flor de la canela, porque va del puente de San Bernardo a la Alameda, de la Campana a la Plaza Nueva, de ningún sitio a ninguna parte, ¡ojú, qué arte, Alfredito Bonaparte!

El alcalde se ha puesto el gorro de Napoleón y va dando órdenes como si de un mariscal de campo se tratase: los asuntos de la mar –gambas, bocas, cigalas- los deja a su segundo de a bordo, que ya ha sentado cátedra. Este alcalde al que sólo se importa el mantenimiento de la poltrona bajo sus augustas posaderas es capaz de recuperar los proyectos que desechó en su día aunque aquella medida le costara a la ciudad una cantidad millonaria. La divagación, que en este caso es mamoneo, llega al ripio con Moneo cuando nos vamos hasta el Prado de Donosti, antes San Sebastián: ¿o es que pensaban que las pamplinas de la corrección política iban a ser patrimonio de los socios de don Alfredo?

El cronista confiesa que cuando leyó lo del edificio de Moneo creyó por un momento que las alucinaciones existían, que el regreso al pasado bajo el aspecto del futuro iba más allá de los argumentos que traman los guionistas que mezclan la ciencia con la ficción. ¿Resucitar el edificio de Moneo? ¡Pero si aquello era la imagen viva de la carcundia, de la Sevilla de la señorita Pepis –no confundir con la que recibía los faxes en Unidad, esa franquicia del PSOE local- que diseñaba Soledad Becerril, alias la Marquesa! ¿No dijeron todo eso en su día? ¿No sigue diciendo Alfonsito Rodríguez y Gómez de Celis que aquel dinero se invertiría –ojo al condicional- en levantar edificios municipales en los barrios?

Y los han levantado. En el distrito Macarena, por ejemplo, han alzado la Dirección General de Facturas Falsas en la calle Pardo número 13, esquina Talón de Aquiles: “aquí les dejo unos talones para cobrarlos en ventanilla de la CAR, vulgo Caja de Ahorros de la Remanguillé”. ¿Lo ven? De la divagación al mamoneo sólo hay un paso. Pasamos de la Sevilla idílica de Izquierdo, Romero Murube o Laffón a la ciudad picaresca del Blacky, el Monty y el Gamba, al que después de su ascenso habrá que denominarlo como cierto cantaor flamenco: de Cigala para arriba...

Tomemos a guasa –no a broma, que es distinto- lo que hacen y deshacen estos herederos de Penélope, estos tejedores de sueños con forma de eslogan que convierten en humo todo lo que tocan. La recuperación del edificio de Moneo con el fin de especular a lo bestia con el solar del Prado es la demostración más palpable del discurso de la mentira en que se han instalado estos herederos invertidos de Miguel de Mañara. El Discurso de la verdad que enunciara el fundador del Hospital de la Caridad les viene grande a estos políticos de la calle y el callejón sin salida, a estos virtuosos del embuste y el engaño.

Divagando por la ciudad de la guasa llegamos al lugar exacto donde habita el olvido, a la Granja de San Francisco donde se cocean las razones y se rebuznan los argumentos, al pesebre que nada tiene que ver con el Nacimiento. Sevilla está en las manos que la ciudad ha elegido. Manos que trazan y borran, manos que manipulan, manos que mamonean. Si esto fuera Cádiz, ahora mismo habría un cuarteto ensayando la parodia del Prado: “Viva Moneo y arriba el mamoneo”. Y al que no diga ole, que se le seque la hierbabuena de la factura macarena. ¡Ole, ole y ole!

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Vergonzosa la labor de Monteiserin, el hombre con talante (ponganle el adjetivo quue prefieran) y con talento. Talento en convertir la Sevilla del s XXI en la Sevilla del 30, la Sevilla picaresca de Cervantes o una Sevilla apocalíptica donde los taparrabos mayas han sido sustituidos por okupas pintores.

Y ahora me dirigo a usted sr Robles y le pido que me diga que podemos hacer para poner freno a este desaguisado, aparte de votar y de rajar contra Alfredito y Pipas Torrijo en cualquier ocasión en que la cosa se me ponga a tiro. Usted puede escribirlo en un diario, ¿y los demás que hacemos? Aunque no se lo voy a negar alguna idea tengo...

Por cierto, don Alfredo me borra todos los mensajes que le pongo en su blog. Como se nota que no le adulo ni escribo en www.sevilla21.com

Un saludo.

1:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sevilla me cae un poco lejos, pero la verdad como un templo es que Sevilla -y Vandalucía, y Expaña y casi la Humanidad- está en las manos que la ciudad ha elegido. Es el quid de la democracia -jo, otra vez se me pone el dedo enhiesto- de que disfrutamos, con esta ley electoral que me obliga a votar en blanco las pocas veces que acudo a la llamada de las urnas. Ajo y agua.

¿Me facilitarían -o es spam- el blog de Fredy Monteserrín? Es por darme el gustazo yo también de que me borre mis comments. Gracias, que lo grosero no quita lo valiente.

2:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ahi va el blog http://smsevilla.wordpress.com/

3:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo pensaba que "smsevilla" era abreviación de "Su Majestad de Sevilla", pero ahora que lo pienso, igual es Sado-Maso Sevilla, por lo que le está haciendo a la ciudad... habría que preguntarle.

5:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Monteseirin: Icono de modernidad, instigador de la caverna, adalid de la peatonalización sensible y revolucionario de la movilidad. Hip hip Hurra.

11:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Amanuense de facturas, prestidigitador de mezquitas y Moneos, Mr. Scrooge asustaviejas en la calle San Fernando, fazedor de 4 lineas de metro, empapelador de tranvias,conservador de mojones caninos, iluminador de solsticios, rotulista callejero, paneuropeista estético, magnífico encajador de críticas, luchador contra la esclavitud sexual en Nervión, gafapastoso, amigo de los farolillos, alternador de arquitectos progres, esteticista farolero, enemigo de la forja, lector de Ocnos, encantado con el pregonero...Todo esto y mucho más, parapapán.

11:32 a. m.  
Blogger el escritor escondido said...

Por lo menos en Sevilla no hay huelga de barrenderos, tampoco refinería, y su alcalde vive en la ciudad. Salu2.

5:48 p. m.  
Blogger esceptika said...

Don Fredy se mete a gacetillero teatral y (le) escribe(n) esta cosita en su blog: “El argumento de In nomine Dei se centra en un conflicto entre católicos y protestantes en el siglo XVI en Münster, una ciudad de Alemania. Los protestantes instalaron una especie de comunismo evangélico (eliminaron las deudas, el dinero…). Aquello acabó en una carnicería. Se mataron y se torturaron. Una ciudad que tenía 14.000 habitantes se consumió hasta tener sólo 2.000. “No hemos mejorado nada, incluso al revés, hemos refinado los métodos y la tortura se ha vuelto una ciencia exacta”, concluyó Saramago.”

Una servidora le envía el comment siguiente.

Qué peligro el de esos protestantes que instalaron una especie de comunismo evangélico (eliminaron las deudas, el dinero…).

Las autoridades sevillanas los erradicarían uno a uno en la Plaza, con un incesante trabajo de guillotina o de piras encendidas. ¿Deudas? Las del Ayuntamiento para pagar tantísima telefonía móvil y decirle a la parienta o al pariento que vaya echando el arroz, que ya mismo está el cochazo oficial esperando donde el resto de los ciudadanos tienen que ir a pie.

¿Dinero? El que se dilapida en tranvías de corto recorrido recubiertos de publicidad. Fina estampa la de esos mamotretos arruinando la visión de la catedral o de la Fábrica de Tabacos.

Para mí que usted que ha olvidado la poca medicina que estudió podía ir pensando en hacer un módulo de paisajismo urbano y otro de respeto al contribuyente.

(Usted me sabrá perdonar, mi don Robles63, si esto es spam). Aunque también puede borrarlo. No se lo llevaré a mal.

3:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ayvayapordió, que no le he dado a la tecla y ha salido mi nombre propio.

Esa de ahí más arriba no se llama esperanza sino 'ay_perfidia'.

Jesúsjesús, que van a peinar a todas las Esperanzas de algunos sitios. Menos mal que mis amistades me llaman Macarena.

3:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sepa usted doña ay_perfidia que Monty ha borrado su "comment", que por otra parte era magnífico y no es peloteo

6:38 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home