martes, abril 15, 2008

Descrédito y vergüenza

“Cuando salió del juzgado era tarde. Llamó por teléfono a sus hijos desde los jardines donde él jugaba cuando era niño. El pretexto era la comida, el almuerzo que habían tenido que calentarse después de la jornada de clases en el instituto público al que acuden. La realidad era otra. ‘Sobre la paternidad hay una cosa en el plano sentimental que me afecta mucho: procurar que mis hijos nunca tengan que vivir con una referencia negativa de lo que hizo su padre, negativa en términos de la honestidad, de la verdad’ (José Luis Rodríguez Zapatero)”.

El día 22 de noviembre de 2007 rematábamos así los Tres Avisos de aquel jueves gris y feo. Estábamos sumergidos en el juicio de Chaves contra la libertad de expresión y nos arriesgábamos a que el toro de la sentencia que habría de dictarse nos dejara la femoral hecha un asco. Un mes más tarde se haría pública esa sentencia: Rosell y Caraballo fueron declarados inocentes. El mensaje sonó en el móvil mientras un servidor le hacía una foto a su mujer –a la mujer de su vida, habría que decir para ser exactos- en el monumento a las víctimas del fascismo que los berlineses mantienen abierto para que la memoria no nos falle. Las casualidades no existen.

Aquel juicio dejó a Chaves desnudo del equipaje propagandístico que le habían preparado los voceros del régimen. ¿Qué habría sucedido si EL MUNDO hubiera sido condenado? No hay equilibrios en esta Andalucía donde unos son culpables aunque se demuestre lo contrario y otros son inocentes aunque los cojan con el carrito de los helados... o con los préstamos condonados y sin pagar. “Descrédito y vergüenza”. Así se desmarcó el hábil Zinedine Zarrías cuando este periódico destapó el asunto Climo Cubierta que dejó al descubierto los métodos chavesianos de ocupación de la Junta de Andalucía. El pícaro Gaspar de Cazalilla afirmó en la sede donde reside la soberanía popular de todos los andaluces, vulgo Parlamento, que los urdidores de esa mentira sufrirían el descrédito y la vergüenza. Ha pasado el tiempo que solicitaba Zarrías y ha vuelto a perder el régimen en los tribunales: la querella que nos endiñó el hermano del bueno de Manolo, en las tarjetas de visita Antonio José Chaves González, se ha ido al garete del archivo judicial. Dos por el precio de una... y en tres meses y medio.

¿Descrédito y vergüenza? Eso se lo dejamos a los que manejan los presupuestos públicos para trenzar la red clientelar que los mantiene en el poder a costa del retraso de Andalucía. El descrédito queda, como su nombre indica, para los que no pagan sus créditos: siempre hubo señoritos en esta Andalucía que hacían lo que les venía en gana, pero ahora han cambiado el cortijo por San Telmo. Y la vergüenza es patrimonio de los que la tenemos, no de los que la perdieron hace tiempo y se dedican a navegar por las aguas sucias de una política que contaminaron sin pudor.

¿Qué habría sucedido si se hubiera admitido a trámite la querella del hermanito de Chaves contra EL MUNDO? Clamarían los que ahora callan. Zarrías nos anunció en sede parlamentaria que sentiríamos una vergüenza que ellos ya no sentirán jamás: hay cosas que se pierden una vez y que ya no se recuperan nunca. En cuanto al descrédito, ahí está la verdad del asunto refrendada por los tribunales. Nosotros sí podemos rescribir el artículo que firmamos en noviembre. Zarrías, que hizo de portavoz de la familia Chaves, no.

Coda: el abogado de Antonio José Chaves debería saber que esto no es un editorial, sino un artículo de opinión. La próxima vez que se querelle contra un periodista, que al menos respete los nombres de los géneros y subgéneros. Y que no cambie los titulares: en la querella se nos adjudica un artículo, que no editorial, titulado “El tío y el sobrino”, pero se adjunta la fotocopia de otro que se titula “El tito Manolo”. A ver si se aclaran por lo menos...

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esta fraila que firma abajo se pasó con armas y bagaje del D16 andaluz a EM cuando JTdeSalas formó la que f. De mi devoción y cierta amistad con algunas de sus firmas, me llegó la invitación al Alcázar cuando vino PJota a dar cancha abierta a EM de A. Nunca supe quien dio mi dirección, fuera de Sevilla, al mensaca.

He comprado la cara y delgada edición de EM en la Gare S. Lazare y en Florencia o Setúbal. Todo ello no me impide ver sus luces y sus sombras. Soy una aficionada, no una tifosa.

Pero, lastimada más de dos y más de diez veces por la administración socialista, se buscaron en mí una enemiga, cuando en mi época franquista -quiero decir, cuando vivía el generalito- yo presumía de respirar socialismo. Hoy tal vez solo sea una 'progrecita' del Mester.

Salvo una no larga vivencia en el Nortessss, llevo toda una vida, larga, en Andalucía, donde nací y donde espero morir. Me da asco y pena de que esto sea un puto cortijo, donde los gañanes quieren tanto a los señoritos, como en las cositas de los A. Quintero.

Y es en EM y poco más donde encuentro amparo. Por eso siento como mías sus aflicciones, y me alegre tanto de sus victorias. Enhorabuena a todos los que manteneis su bandera al viento.

Malherida

1:31 p. m.  
Blogger arquitectomirobenito said...

¿Es verdad que Jaime Roures (la Sexta,Público) quiere comprar El Mundo?.¡Por que eso sería el cataclismo!...

1:34 p. m.  
Blogger el escritor escondido said...

Que un abogado no sepa distinguir, que no discernir, entre un editorial y un artículo de opinión es normal... en un país donde a las Facultades de Derecho muchos/as van a ligar y encontrar un buen partido. Paco, eres un valiente. Salu2.

5:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Olé Paco. Sublime.
Por cierto, hacía mucho que no me descojonaba tanto leyendo como con tu "Mester de progresía".

Capitán, mande firmes ;)

11:02 a. m.  

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