lunes, marzo 06, 2006

Duquesas y pancartas

Las hemerotecas son muy peligrosas. Guardan la memoria, ese concepto tan incómodo para el político que vive de la demagogia. Los hechos ocurridos recientemente en Sevilla han sido comparados con la película Novecento. Jornaleros en pie de manifa protestaron por la concesión del título de Hija Predilecta de Andalucía a la mayor terrateniente de la región. La policía cargó contra ellos y entonces surgió la chispa de la comparación: a Cayetana la medalla, a Cañamero los palos.

Pero no todo es Novecento. De Bertolucci pasamos a Orwell. Ha sido Javier Caraballo el que ha descubierto una vez más el pastel: no hablamos del tono pasteloso que lucía más de una consejera chavesiana, vestida para el medalleo como si aquello fuera un pregón de Semana Santa. ¿Desde cuándo existe este socialismo femenino de Domingo de Ramos, de Naranjo en flor de azahar? Hablamos del pasteleo que los sociatas andaluces se traen con los aristócratas y los jornaleros. Usan a los unos y a lo otros en función de sus conveniencias electorales. Y así les va: de cine. De Novecento a 1984, y de 1980 a 2006.