Maestros republicanos
Hacen bien, pero que muy bien, las consejeras López y Martínez cuando rinden homenaje y pleitesía a los maestros represaliados durante el franquismo. Aquellos viejos y añorados maestros fueron lo mejor que dio el régimen republicano. Por eso se cebó con ellos la dictadura que veía en la educación un privilegio para pocos y un mal para muchos. En el camino se quedaron aquellos maestros de pueblo que eran respetados y venerados por los padres de los niños que acudían a clase como el que va a un templo. Por eso hacen bien, pero que muy bien, las consejeras de Justicia y Educación cuando honran a los maestros y a las maestras de la República.
Este homenaje, empero, debería ir mucho más allá de la foto y de la propaganda. La presunta izquierda andaluza tiene una inmensa deuda histórica con los que más necesitan la educación y la cultura. Lo más grave que ha hecho el PSOE al tejer el régimen que les ha permitido instalarse en el poder ha sido precisamente eso: cerrar las ventanas de la cultura para que la inmensa mayoría no pueda asomarse al saber. Así de rotundo. Y así de claro: ¿no reivindican la libertad de expresión durante la II República? Pues aquí tienen a un republicano –no viejo, pero sí cuarentón- para cantarles las cuarenta.
El mejor homenaje que se les podría rendir a los maestros republicanos sería, por poner un poner, la vuelta de las Misiones Pedagógicas que llevaban a cabo aquellos héroes de la cultura por los pueblos polvorientos de la harapienta Andalucía. ¿O es que vamos a callarnos, como hacen los paniaguados del régimen, ante el atentado que se comete todos los días contra la cultura a través de Canal Sur? Los viejos republicanos no tenían medios de esta potencia, pero se dejaban la piel y las suelas de los zapatos en el empeño. Los que van de herederos de aquella tradición liberal se empeñan en lo contrario: embrutecen al pueblo a través de programas que causarían el rubor y la indignación de aquellos predicadores del talento.
La memoria de aquellos maestros está en los versos de Lorca y de Cernuda, no en la cultura de basurero que promociona el régimen para fomentar la mediocracia que tan bien casa con sus intereses. ¿Cómo se puede asistir a un homenaje con esa cínica sonrisa mientras se utiliza el todopoderoso aparato del régimen para inocularle al pueblo una malversación de la Historia que propicie el mantenimiento del partido en el poder? A los barandas regionales les hace falta una buena pasada por el republicanismo que profesaban aquellos viejos maestros, pero tienen un problema: aman el poder por encima de todas las cosas. Si aquellos maestros hubieran sido así, otro gallo les habría cantado.
Causa sonrojo y vergüenza que se tire el dinero en esas derramas manirrotas que conforman el presupuesto de Canal Sur mientras la escuela pública languidece en la atonía del presupuesto que no llega. Mucho centro TIC y mucho tiquitaca, que diría Andrés Montes disfrazado de Gaspar Zarrías: no en vano los dos van por la sexta, que en un caso es cadena y en el otro legislatura. Mucho TIC y muy poca educación. Mucha propaganda, que llega a los chavales hasta en los exámenes que tienen que rellenar, y muy poco estímulo para el esfuerzo, para la disciplina que saca lo mejor de nosotros.
Están muy bien los homenajes, y las placas, y los discursos que llegan con veinticinco años de retraso. Pero hay algo que no se puede sostener en esta Andalucía donde la educación y la cultura brillan por su ausencia. No se puede consentir que se siga manteniendo al pueblo en la ciénaga de la ignorancia. Los mismos que despotricaban de los Álvarez Quintero, a los que estudió Cernuda, nos ponen... lo que pone Canal Sur. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Este homenaje, empero, debería ir mucho más allá de la foto y de la propaganda. La presunta izquierda andaluza tiene una inmensa deuda histórica con los que más necesitan la educación y la cultura. Lo más grave que ha hecho el PSOE al tejer el régimen que les ha permitido instalarse en el poder ha sido precisamente eso: cerrar las ventanas de la cultura para que la inmensa mayoría no pueda asomarse al saber. Así de rotundo. Y así de claro: ¿no reivindican la libertad de expresión durante la II República? Pues aquí tienen a un republicano –no viejo, pero sí cuarentón- para cantarles las cuarenta.
El mejor homenaje que se les podría rendir a los maestros republicanos sería, por poner un poner, la vuelta de las Misiones Pedagógicas que llevaban a cabo aquellos héroes de la cultura por los pueblos polvorientos de la harapienta Andalucía. ¿O es que vamos a callarnos, como hacen los paniaguados del régimen, ante el atentado que se comete todos los días contra la cultura a través de Canal Sur? Los viejos republicanos no tenían medios de esta potencia, pero se dejaban la piel y las suelas de los zapatos en el empeño. Los que van de herederos de aquella tradición liberal se empeñan en lo contrario: embrutecen al pueblo a través de programas que causarían el rubor y la indignación de aquellos predicadores del talento.
La memoria de aquellos maestros está en los versos de Lorca y de Cernuda, no en la cultura de basurero que promociona el régimen para fomentar la mediocracia que tan bien casa con sus intereses. ¿Cómo se puede asistir a un homenaje con esa cínica sonrisa mientras se utiliza el todopoderoso aparato del régimen para inocularle al pueblo una malversación de la Historia que propicie el mantenimiento del partido en el poder? A los barandas regionales les hace falta una buena pasada por el republicanismo que profesaban aquellos viejos maestros, pero tienen un problema: aman el poder por encima de todas las cosas. Si aquellos maestros hubieran sido así, otro gallo les habría cantado.
Causa sonrojo y vergüenza que se tire el dinero en esas derramas manirrotas que conforman el presupuesto de Canal Sur mientras la escuela pública languidece en la atonía del presupuesto que no llega. Mucho centro TIC y mucho tiquitaca, que diría Andrés Montes disfrazado de Gaspar Zarrías: no en vano los dos van por la sexta, que en un caso es cadena y en el otro legislatura. Mucho TIC y muy poca educación. Mucha propaganda, que llega a los chavales hasta en los exámenes que tienen que rellenar, y muy poco estímulo para el esfuerzo, para la disciplina que saca lo mejor de nosotros.
Están muy bien los homenajes, y las placas, y los discursos que llegan con veinticinco años de retraso. Pero hay algo que no se puede sostener en esta Andalucía donde la educación y la cultura brillan por su ausencia. No se puede consentir que se siga manteniendo al pueblo en la ciénaga de la ignorancia. Los mismos que despotricaban de los Álvarez Quintero, a los que estudió Cernuda, nos ponen... lo que pone Canal Sur. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
7 Comments:
Paco, lo cierto es que es un problema no sólo andaluz. Sólo hay que darse una vueltecita por el resto de España: la educación, transferida a las CCAA, brilla por su ausencia. Salu2.
Puedo considerarme, aunque sin exagerar, algo heredera de aquellos maestros republicanos. Con un par de etapas de casi forzosa educación religiosa, hice mis estudios por libre tutelada por alguna de aquellas maestras que sobrevivieron a las depuraciones, que enseñaban junto a la enciclopedia, labores, como el sobrehilado, el zurcido, el caneval, la rotación de guisos elementales.
Hoy, ya maestra jubilada, atisbo a ver como entre las lamas de la memoria el esfuerzo y la dignidad de alguna de ellas, malmirada por ser hija de soltera o de padre desaparecido.
Pero sobre todo coincido al 101 por cien con el señor Robles en el nefasto papel de la tv pública y multiplicado por mil, el de la andaluza. No es solo el maltrato infantil cierto que padecen esos niños del viernes noche, sino la zafiedad, el elogio del cazurrismo, la casposidad llevada a un extremo vergonzante, la brutalidad como modelo, la bendición de tradiciones miserables, todo lo contrario en fin, a las buenas palabritas con que se escriben los preámbulos de las también nefastas leyes educativas que he visto desfilar, cada cual más degradada, a lo largo de más de cuarenta años de ejercicio profesional.
Recomiendo, y nadie puedo interpretarlo como spam, que frecuenten el blog de Luis M. Fuentes, que con mayor agudeza y mejor conocimiento del medio, pone negro sobre blanco la ordinariez de un medio que podría ser eficazmente pedagógico, pero no es más que un remedo de lo peor que puede darse por una pantalla, omnipresente en los hogares andaluces.
Y así nos luce el pelo en esta Andalucía nuestra, donde cada vez se hacen realidad aquellos tópicos que tanto daño nos hacen.
Perdón Don Francisco por la intromision:¿Sabe usted si ya ha dimitido Mariló Montero,esposa de su amigo Carlos Herrera,por el lamentable espectaculo del pasado miercoles en el programa MEJOR LO HABLAMOS?Creo que el programa es en Canal Sur.
Saludos
En tiempos del general ferrolano era famosa esta coplilla:
En el camino de El Pardo
y muy cerca de la ermita
hay un letrero que dice
"Maricón el que dimita"
La ciénaga de la ignorancia. Así es. Y ahora además construyendo 'patrias' con humo de cigarro habano.
Vean, vean.
Dice usted "Mucha propaganda, que llega a los chavales hasta en los exámenes que tienen que rellenar" y ratifico que es cierto. Hace unos días mi hija hizo las pruebas de diagnóstico y me dijo que todas las instrucciones para cumplimentar los impresos estaban grabadas de forma similar a los anuncios de la Junta, incluyendo la coletilla final de "Andalucía Imparable, Andalucía al máximo".
Publicar un comentario
<< Home