Republicanos
Los nombres y los apellidos de Juana Ruiz Rodríguez, Ana Isabel Pérez Nebreda, Juan Reyes Rodríguez y Rafael Alarcón piden mármol de Macael y bronce a juego. Estos cuatro ediles y edilas, que diría un virtuoso de la corrección genérica, pasarán a la Historia con mayúscula por la coherencia que han demostrado a la hora de defender sus ideales. Estos cuatro jinetes del Apocalipsis de Humilladero votaron un día a favor de la proclamación de la III República y al siguiente se desdijeron de su voto. Fieles a la versión grouchista que superó el marxismo antañón del PSOE, los cuatro ediles de Humilladero llevaron a la práctica el aforismo de Groucho: “Estos son mis principios republicanos, pero si no le gustan a Chaves, tengo otros”.
Bastó una llamada del bueno de Manolo para que los republicanos se volviesen monárquicos, algo que en el PRA –Partido del Régimen Andaluz- no es ninguna novedad. Todos estuvieron contra la OTAN en su día antes de volverse más atlantistas que Solana, por poner un ‘poné’. Los humillados concejales de Humilladero se han vuelto sobre sí mismos como si fueran calcetines de ideología mixta: mitad algodón republicano, mitad fibra sintética juancarlista. Si Nicolás Salmerón levantara la cabeza, ¿qué pensaría? Aquel prócer decimonónico dejó la Presidencia de la I República para no firmar una sentencia de muerte: sus principios le impedían la rúbrica. Ahora todo es tan distinto...
En los tiempos del borbollismo ilustrado ocurría otro tanto de lo mismo. Cuando Pepote estaba pasando el quinario de su destitución a manos del guerrismo, los alcaldes se le acercaban y le confesaban en voz baja: “Pepe, tú sabes que yo estoy contigo a muerte, pero es que quiero seguir siendo el alcalde de mi pueblo...” El Manual de supervivencia en la política andaluza es el libro más vendido –dicho sea lo de vendido en el otro sentido del término- de los últimos años. Todo vale con tal de mantenerse en el machito o en la poltrona, no vaya a ser que las feministoides a sueldo del régimen nos denuncien por usar tan machista diminutivo: algo que sería muy propio de esas damas que olvidan, por cierto, que fue su partido el que más se opuso al voto femenino durante la II República. Tan bien se lo han trabajado que cualquiera diría que Clara Campoamor fue la antecesora de María Teresa Fernández de la Vogue.
El republicanismo andaluz es así. De conveniencia. Como el Tireless o como el Prestige, como los incendios forestales o como los accidentes laborales. Hoy toca acusar a los que comparan las cifras de inversión en Cataluña con el anticipo que se ha traído Chaves de Madrid. Ayer era justo lo contrario: Chaves, Zarrías y Caballos eran el tridente que atacaba sin piedad al Gobierno de Aznar por sus concesiones a los nacionalistas catalanes. Si Erchave, como lo conocen en Humilladero, ha retrocedido en tantas y tantas cosas, ¿por qué nos extrañamos de la actitud ambivalente de estos republicanos con freno y marcha atrás?
Esa marcha atrás es la misma que se le ha metido a las promesas electorales que han jalonado el mandato chavesiano. Vacaciones, pagas, sueldos, viajes... Todo un catálogo más propio de una tómbola que de un partido de izquierdas. Con la III República pasa lo mismo. Un día nos levantamos con la franja morada y al siguiente la repintamos de rojo. La corona es de quita y pon. Juguemos en plan logsiano, a ver si nos dan seis mil euros por estudiar. La insoportable levedad de este régimen da pie a actitudes humillantes como la de esos concejales que deberían haber dimitido si tuvieran un ápice de dignidad. Pero ya se sabe. “Yo soy republicano hasta las trancas, pero como quiero seguir siendo concejal de Humilladero...” Seguro que estos cuatro ediles son capaces, encima, de escribir su ‘azaña’ sin hache.
Bastó una llamada del bueno de Manolo para que los republicanos se volviesen monárquicos, algo que en el PRA –Partido del Régimen Andaluz- no es ninguna novedad. Todos estuvieron contra la OTAN en su día antes de volverse más atlantistas que Solana, por poner un ‘poné’. Los humillados concejales de Humilladero se han vuelto sobre sí mismos como si fueran calcetines de ideología mixta: mitad algodón republicano, mitad fibra sintética juancarlista. Si Nicolás Salmerón levantara la cabeza, ¿qué pensaría? Aquel prócer decimonónico dejó la Presidencia de la I República para no firmar una sentencia de muerte: sus principios le impedían la rúbrica. Ahora todo es tan distinto...
En los tiempos del borbollismo ilustrado ocurría otro tanto de lo mismo. Cuando Pepote estaba pasando el quinario de su destitución a manos del guerrismo, los alcaldes se le acercaban y le confesaban en voz baja: “Pepe, tú sabes que yo estoy contigo a muerte, pero es que quiero seguir siendo el alcalde de mi pueblo...” El Manual de supervivencia en la política andaluza es el libro más vendido –dicho sea lo de vendido en el otro sentido del término- de los últimos años. Todo vale con tal de mantenerse en el machito o en la poltrona, no vaya a ser que las feministoides a sueldo del régimen nos denuncien por usar tan machista diminutivo: algo que sería muy propio de esas damas que olvidan, por cierto, que fue su partido el que más se opuso al voto femenino durante la II República. Tan bien se lo han trabajado que cualquiera diría que Clara Campoamor fue la antecesora de María Teresa Fernández de la Vogue.
El republicanismo andaluz es así. De conveniencia. Como el Tireless o como el Prestige, como los incendios forestales o como los accidentes laborales. Hoy toca acusar a los que comparan las cifras de inversión en Cataluña con el anticipo que se ha traído Chaves de Madrid. Ayer era justo lo contrario: Chaves, Zarrías y Caballos eran el tridente que atacaba sin piedad al Gobierno de Aznar por sus concesiones a los nacionalistas catalanes. Si Erchave, como lo conocen en Humilladero, ha retrocedido en tantas y tantas cosas, ¿por qué nos extrañamos de la actitud ambivalente de estos republicanos con freno y marcha atrás?
Esa marcha atrás es la misma que se le ha metido a las promesas electorales que han jalonado el mandato chavesiano. Vacaciones, pagas, sueldos, viajes... Todo un catálogo más propio de una tómbola que de un partido de izquierdas. Con la III República pasa lo mismo. Un día nos levantamos con la franja morada y al siguiente la repintamos de rojo. La corona es de quita y pon. Juguemos en plan logsiano, a ver si nos dan seis mil euros por estudiar. La insoportable levedad de este régimen da pie a actitudes humillantes como la de esos concejales que deberían haber dimitido si tuvieran un ápice de dignidad. Pero ya se sabe. “Yo soy republicano hasta las trancas, pero como quiero seguir siendo concejal de Humilladero...” Seguro que estos cuatro ediles son capaces, encima, de escribir su ‘azaña’ sin hache.
11 Comments:
Votan República y son antimonarquicos antes que el Comandante en jefe los llama al orden y entonces vuelven prietas las filas para que no los boten.Pero vamos no creo que despues de 25 años a nadie les sorprenda estas actitudes.
¡vaya!¿ahora te preocupas por la monarquia?
yo creia que a ti lo que te iba era el caudillo.
un saludo conservador.
¿De qué caudillo habla este anónimo? ¿Tal vez del caudillo andaluz que no se va del cargo nicon agua caliente...? ¡Ay, los sectarios! Eso de llamar facha al crítico es tan rancio, tan rancio, que no merece la pena replicar.
Por favor, el que sepa de su paradero que me lo diga, hace tiempo que busco a estos ediles para que colaboren en mi blog de humor.
Al segundo anónimo:
Un respeto por los rancios!. Ser rancio no significa ser ignorante.Significa otras cosas. Veáse el blog "canal rancio" del mismo autor que este que nos aguanta nuestras impertinencias.
¿QUE CAUDILLO ANDALUZ,PAYASO?ESE CAUDILLO DEL QUE HABLAS,NO ES QUE NO SE VAYA NI CON AGUA CALIENTE,ES QUE HAY UNA COSA QUE SE LLAMA DEMOCRACIA¿SABES LO QUE ES?Y EL PUEBLO ELIGE AL QUE QUIERE QUE LOS REPRESENTE.
Y TU VOTO, VALE IGUAL QUE EL DE CUALQUIER OBRERO¡INCREIBLE!¿VERDAD?
Comentario del moderador.
Al último anónimo:no retiro lo de payaso porque no es un insulto, sino una dignísima profesión. Más digna, por cierto, que la de esos enchufados al poder que aprovechan, como en los viejos tiempos, sus vínculos familiares para medrar a la sombra de la Junta. En cuanto a la legitimidad de Chaves, nadie la pone en duda. Todos los votos valen lo mismo. Pero eso debes decírselo a los que votan con los pies, no a mí, que en realidad soy un obrero y no un baranda con coche y prebendas, ¿estamos? Demcoracia también existe en los países donde se respeta la limitación de mandatos. Repito: nadie pone en duda la legitimidad de Chaves. Lo que ocurre es que en Andalucía, y a tu comentario me remito, hay gente adicta que no soporta las críticas.
Un saludo,
Paco Robles.
P.S.: Lo ùnico que nos diferencia, querido amigo, es que yo escribo con mi nombre y apellidos por delante y tú te refugias en el anonimato.
Disculpe usted que cambie de tema, señor Robles, es que es fiesta local en mi pueblo y no me he enterado de como está en la bolsa el índice Chavex 35, ¿vendo y me lo quito de encima o mantengo a riesgo de soportar fluctuaciones anónimas del mercado que hoy dicen una cosa y mañana otra según pillen olla o no?.
a/a patrimonio de sevilla.
por supuesto que payaso es una dignisima profesion,seguramente mas digna que la de maestro que quiere adoctrinar a los demas con sus ideas.
yo por supuesto no vivo a la sombra de nada,vivo de mi trabajo(protesico dental)y no me escondo bajo ningun anonimato.JUAN BAREA.
pd.por cierto aqui el unico que no acepta que nos gobierne chaves eres tu. SEVILLA PATRIMONIO DE TODOS.
No solo él. MÁS GENTE
yo tampoco lo aguanto.
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