lunes, mayo 26, 2008

La doctora Ricoy

Andalucía sólo hay una. No es grande y cada vez es menos libre, pero el régimen se encarga de velar por su unicidad: una realidad nacional, un partido y un líder. Tres en uno para engrasar la maquinaria del poder. Un solo Chaves verdadero aunque luego tenga varios hermanos vegetando a la sombra de la climocubierta. Apunten el nombre porque debería convertirse en común: climocubierta. En el diccionario chavesiano, dícese de la techumbre que protege a los que se sitúan bajo ella contra las inclemencias de la vida. Quien a buena climocubierta se arrima, buena sombra lo cobija.

Que se lo pregunten a los consejeros y consejeras del régimen que se cobijan bajo el Consejillo Audiovisual de Andalucía. Han conseguido que Vázquez Medel se vaya. Y que recite, de camino, el poema “Límites” de Borges. Vázquez Medel ha probado los sinsabores del límite, de la frontera que separa a los adictos de los que no lo son. Se asomó a la libertad de expresión, se atrevió a criticar el pilar propagandístico del régimen, alias Canal Sur, y no tuvo más remedio que marcharse antes de que lo echaran con una patada en el culo… o cualquiera sabe dónde.

Pero quien ha probado de verdad los límites que está dispuesto a saltarse el régimen ha sido doña Socorro Ricoy, la Mariana Pineda del siglo XXI. A ver si los hombres y las mujeres del teatro andaluz dejan tranquilo a Lorca durante un tiempo y son capaces de poner en escena, como hace Boadella con Cataluña, alguna obra ambientada en la Andalucía de hoy. ¿O es que piensan que con Mariana Pineda y Yerma van a escandalizar a los burgueses de estos tiempos? Que se fijen en Socorro Ricoy, la doctora del Hospital Virgen de las Nieves que ha sido capaz de irse a la Fiscalía para denunciar el siniestro maquillaje de las listas de espera que se perpetra en su centro hospitalario.

Uno tiene que confesar que jamás habría imaginado algo así. En vez de curar a los pacientes se les mantiene en lista de espera pero con el truco del almendruco que maquille esa situación: así se aseguran los altos cargos el plus correspondiente. Ese dinero huele a cieno, está manchado de sangre, de vómitos, de lentas horas de angustia. Tuvo que llegar Socorro, esa heroína con historia de tragedia griega, para poner las cosas en su sitio. La respuesta del régimen ha sido la esperada: en vez de investigar han disparado contra la denunciante. Ese es el feminismo de cartón piedra del que presume la consejera Montero. En vez de poner firmes a los directivos, en vez de llamar a capítulo a la denunciante para enterarse de qué va el gravísimo asunto, la consejera Montero hace lo que le ordenan desde arriba. ¿Juramento hipocrático? Más bien hipocresía a la hora de jurar su cargo.

Los casos del profesor Vázquez Medel y de la doctora Ricoy demuestran que en Andalucía no hay sitio para la disidencia. Una sola Andalucía está en manos de un régimen poliédrico y caleidoscópico. El régimen es una red, un puzzle formado por miles de piezas, un mosaico donde se engarzan las teselas de la manipulación, la mentira, la propaganda, el sectarismo o la infamia. Comparen estas dos historias y luego vayan añadiendo las demás. Como por ejemplo la actitud terca de la Consejería de Educación a la hora de enfrentarse con la Justicia o con los profesores que no están dispuestos a cambiar su dignidad docente por un soborno de 7.000 euros.

Como nos dijo en el Foro Oromana de Alcalá de Guadaíra un viejo luchador antifranquista cuando analizamos los fundamentos del régimen, “hay que ser optimista porque esto no tiene remedio”. El optimismo siempre vendrá de la mano de la ética. La doctora Ricoy nos ha dado un curso de Educación para la Ciudadanía con esa denuncia que hasta ahora sólo le ha originado problemas. Una realidad nacional, un partido y un líder. Y persecución al disidente. ¿Les suena?