domingo, diciembre 28, 2008

Un líder para el mundo

Ésta, y no otra, es la pregunta que se hacen en este frío final de año –el calentamiento global aún no ha llegado a Sevilla- en las cancillerías europeas. No hay think tank que no ande recomendando del nombre de Alfredo Sánchez Monteseirín para presidir los organismos que de verdad pueden sacarnos de la crisis. Se lo disputan el Fondo Monetario Internacional, la Organización de Naciones Unidas, el aparato logístico de la OTAN, el Banco Central Europeo… En Occidente no se habla de otra cosa. ¿Cuál será el destino de Alfredo cuando deje el Ayuntamiento de la ciudad más próspera del mundo civilizado? Ésa es la cuestión.

El presidente Chaves no ha tenido más remedio que salir al paso de las especulaciones. Consciente del valor que atesora el único alcalde de su partido que rige una capital de provincia en Andalucía, el bueno de Manolo –está en proceso de beatificación laica aunque aún se encuentre entre los vivos - ha dado un paso atrás y ha dejado la decisión en manos de Alfredo. Cuando llegue el año 2011, si es que antes no nos lo han arrebatado, el mejor alcalde de la historia de Sevilla deberá deshojar la margarita. ¿Volverá a presentarse para revalidar su cargo?

En el partido están pasando un quinario en plena Navidad. Viera no puede articular palabra. Desde su secretaría general de la provincia –cargo que lo sitúa a la altura de los grandes líderes mundiales- está viendo cómo se le va el principal valedor con que cuenta el PSOE en Sevilla. Dicen sus allegados que lleva varias semanas sin levantar cabeza, que no puede imaginarse una ciudad gobernada por alguien que no sea su amigo del alma. Pero en su fuero interno el veterano Viera ha visto la luz de un futuro más que prometedor para el resto de la humanidad: Sevilla debe hacer ese sacrificio.

Tiene razón Viera. No podemos ser tan egoístas. Alfredo ha cumplido con creces su misión en la década prodigiosa que lleva en el poder municipal. Desde que llegó se notó su forma de hacer política. Lo primero que hizo fue bajarse el sueldo, algo que impidieron desde la oposición porque no era plan de que se arrastrara por las calles. Jamás se vio una austeridad tan espartana en los gastos de protocolo. Viaja en clase turista y se aloja en modestos hoteles. Nunca come fuera de casa con cargo a la institución que preside. Su dedo no ha señalado a ningún familiar para encargarle uno de esos trabajitos que se cobran sin que aparezca el resultado por ninguna parte. Las facturas siempre han sido limpias como patenas que riman con el Distrito Macarena. ¿Alguien puede decir que este Ayuntamiento ha sobornado a chabolistas para que dejen de ocupar un solar, como se hace en otras ciudades de España?

Gracias a la gestión del bueno de Alfredo se inauguró la línea 1 del metro en tiempo y forma: el 24 de junio de 2006, como se prometió en su día, estaba funcionando a pleno rendimiento. Hoy Sevilla cuenta con una red de metro que está prácticamente terminada. Las líneas 2 y 3 han entrado en funcionamiento y la 4 está al caer. El metrocentro no da abasto. La red de cercanías que ha trenzado la Junta de Andalucía es obra de Alfredo: su lucha por los intereses de los sevillanos siempre estuvo muy por encima de su fidelidad al partido. Sevilla es una ciudad limpia, segura, agradable, envidiada por las grandes capitales europeas. Como bien le ha dicho uno de sus familiares más cercanos, en Europa nos copian: carriles para bicicletas, tranvías, políticas medioambientales, cuidado exquisito de las zonas verdes…

Así es normal que quieran llevárselo al Parlamento Europeo por más que él se resista a abandonar la ciudad que se ha rendido a sus pies. Los policías locales lo adoran, los bomberos se inclinan a su paso, los conductores de Tussam no saben cómo agradecerle la cuenta de resultados que presenta la empresa municipal. Estos logros no habrían sido posibles sin su gente de confianza, esos prohombres que han situado a Sevilla en el siglo XXII o en el XXIII: Blas Ballesteros, Manuel Copete, Alfonso Seoane, Manuel Marchena… ¡Qué gran gobierno podría presidir Zapatero si no estuviera condicionado por las cuotas territoriales!

Mas todo parece inevitable. Más pronto que tarde el alcalde Monteseirín dejará su despacho de la Plaza Nueva, donde siempre hay una luz encendida que sirve de faro para los sevillanos sin rumbo. La pregunta que nos planteábamos tiene respuesta: Sevilla no pierde a un gran alcalde porque el mundo contará con dos líderes a partir de 2009. El americano Obama y el europeo Alfredo. Ahí es nada.

sábado, diciembre 20, 2008

El sobrinazgo

En esta Andalucía de las mil y una maravillas –tantas como noches tiene el programa de Joaquín Petit-Suisse en Canal Sur- se ha asentado una nueva institución que debería formar parte del derecho andaluz como el mayorazgo lo fue en el derecho castellano: el sobrinazgo. El rancio refrán de los hijos y de los sobrinos, con el Diablo por medio concediendo los segundos a los que no tuvieron los primeros, hay que cambiarlo para ajustarlo a los cánones políticamente correctos de la posmodernidad: aunque Dios te dé hijos, el Régimen te colocará a los sobrinos. Que aunque esto no sea la extinta Yugoslavia, aquí manda Tito más que nadie.

Los sobrinos del tito Manolo están tan bien abrigados como los sobrinos del tío Felipe. Apellidarse Chaves o González no es cualquier cosa en Andalucía, aunque el apellido vaya en el segundo lugar según el orden que la jerarquía franquista, tan machista, impuso en sus años de oprobio. ¿O eso del segundo apellido materno era antes del caudillo? Da lo mismo. El caso es salirse por la tangente de la transversalidad de género para no abordar el tema principal, que no es otro que la constatación de una serie de comportamientos neofranquistas en buena parte de los nuevos señoritos que rigen el Régimen andaluz.

EL MUNDO de Andalucía no está por la labor de conseguir premios de periodismo para repartir la pasta entre sus redactores. Este Paco Rosell, director por más señas del periódico, no se ha enterado todavía del método cartesiano –en este caso no viene de Descartes, sino del juego de naipes propio de tahúres- que se debe seguir para que el tito Manolo nos dé algún que otro galardón que llevarnos al mueble bar. En vez de dorarle la píldora al tito Manolo, o al tito Luis Pizarro, o al tito Gaspar, este Rosell se dedica a escribir libros contra el Régimen o a sacar en las páginas andaluzas los escándalos de Canal Sur, el instrumento de manipulación de masas más perfecto que se haya llevado a cabo en la milenaria historia de la Bética chavesiana.
El sobrino de Joaquín Durán, ¡qué casualidad!, es el dueño de la productora que hace y que cobra el programa matinal del canalillo. Da igual que el tito Joaquín sea el director de antena, o sea, la parte contratante de la única parte. Esos escrúpulos se quedan para las democracias liberales del tío Sam, no para las democracia popular del tito Manolo. Ya lo dijo hace unos meses esa señora en una pedanía de cierto pueblo de la Andalucía profunda cuando vio al candidato del PP haciendo campaña en su calle: “¿Y éste qué hace aquí? ¿No le ha dicho nadie que nosotros ya sabemos que tenemos que votar lo que diga Erchave?” ¡Eso es democracia y lo demás es neoliberalismo de derechas!

En esta Andalucía del sobrinazgo está cada uno donde tiene que estar. El tito contratando y el sobrino contratado, que no es lo mismo el gerundio que el participio. Y los sindicatos de Canal Sur, a verlas venir desde sus privilegiados convenios que les permiten vivir del cuento o de esa telenovela mexicana que anuncian a bombo y platillo. El argumento es de los que hacen época: una niña abandonada en un orfanato termina viviendo en la casa de sus padres sin que nadie lo sepa. ¿Para esto salimos a la calle del 4 de diciembre? ¿Para esto se levantó el pueblo andaluz el 28 de febrero? ¿Para esto pagamos un dineral de nuestros impuestos con el fin de mantener a flote la muy sectaria televisión del Régimen?

Coda sindical: el secretario provincial de UGT en Cádiz, Pedro Custodio González, les ha pedido a los ex trabajadores de Delphi que tengan calma, porque la provincia, con 143.000 parados, "no está como para armar más jaleo". ¡Hace falta ya, una juerga, una juerga, hace falta ya, una juerga general! Y que la retransmita entera y plena Canal Sur, que para eso está.

miércoles, diciembre 17, 2008

Todo el año es Carnaval

“No hace muchas noches que me hallaba encerrado en mi cuarto, y entregado a profundas meditaciones filosóficas, nacidas de la dificultad de escribir diariamente para el público. ¿Cómo contentar a los necios y a los discretos, a los cuerdos y a los locos, a los ignorantes y los entendidos que han de leerme, y sobre todo a los dichosos y a los desgraciados, que con tan distintos ojos suelen ver una misma cosa?” Así arranca el artículo de Larra. Todo es máscara. Todo el año es Carnaval en esta Sevilla donde no se puede contentar a todo el mundo a la vez –uno de sus hijos más idolatrados diría ‘a la misma vez’- sin que se llene el texto con las babas de la ojana que tanto se estila en la ciudad del disfraz perpetuo.

El sevillano de postín no se viste en ninguna tienda rancia o progre, a elegir, sino en Pichardo, templo de la purpurina y de la careta que siempre hay que llevar en esta Sevilla del camelo para que nunca falte la cigala en el plato, la pincelada al centro, la subvención que cae del cielo de la Administración, el favor que otorga el poderoso a quien hinca la rodilla en el suelo y traga como sólo traga el subsuelo hispalense, capaz de tragarse un quiosco entero y pleno como se tragan los sevillanos las noticias sobre su ciudad.

Esta semana nos hemos enterado del penúltimo mangazo carnavalero. Acusan el empresario Troya, con premio repartido por el partido que le sostiene su empresa, de haber cobrado por adelantado un carnaval que nunca organizó. ¿Es surrealista o no es surrealista que a estas alturas del siglo XXI haya que investigar si el carnavalito cobrado a tocateja por ‘adelantati con tomati’ se llevó a efecto o se quedó en un titirimundi de papeles más falsos que las lecciones de Ética que Blas Ballesteros, alisa Erblacky, imparte en Antares?

El tal Troya no ha salido todavía del vientre del caballo para demostrar que su honor no está en almoneda. Se ha quedado más callado que un concejal delante de un bogavante con trapío cuando pronuncia la frase que gritan los toreros valientes delante del toro de Salinas: “¡Dejadme solo!” El tal Troya, carnavalero a sueldo de la muy engañosa ciudad de Sevilla, trincó el parné y si te vi no me acuerdo. Si Larra hubiera tenido que escribir sobre esta Sevilla se habría pegado dos tiros en vez de uno. ¡Niño, llena el revólver, que paga la casa! O habría hecho lo mismo que en aquel memorable artículo: “Animado con esta reflexión, cogí la pluma y ya iba a escribir nada menos que un elogio de todo lo que veo a mi alrededor”. Pues eso, elogiemos lo que vemos. A ver si así cae al menos una cuarta de gambas arroceras para echarlas en la cazuela…

Elogiemos a los concejales que asistieron al cursillo de los asesores de Obama… y a los que no fueron porque se lo impedía la pelea interna del partido. Ya saben: donde fueras, haz lo que Viera. Y como Viera no fue, ellos no asomaron la gaita. Elogiemos el uso del dinero público para organizar esta media jornada que tenía como único fin el aprendizaje de las técnicas precisas para ganar elecciones. Elogiemos la partitocracia pagada con fondos públicos mientras los padres y las madres del Antiguo Padre Manjón pagan de su bolsillo los gastos del colegio público.
Ya puestos a elogiar, elogiemos la campaña de Navidad que el aparatchick García, ese seguidor de los grandes libertadores como Lenin o Stalin, ha organizado para el Casco Antiguo. Elogiemos las conferencias sobre campos magnéticos, que son tan navideñas, y las competiciones de paint-ball, que son tan ecopacifistas como el programa que nos venden estos comunistas de saldo. ¿Será por elogiar? ¿No vivimos acaso en la ciudad que le rinde culto a la diosa Ojana, esa Astarté rediviva que representa como nadie el espíritu crítico de la ciudad?

En Sevilla nunca hubo Carnaval aunque el tal Troya, que es el secretario del partido del Régimen en San Jerónimo, organizara un ‘tinglao’ chirigotero que nadie sabe si llegó a montarse aunque no haya duda de que se cobró como cobra el primo del alcalde: por adelantado. El Carnaval de la Alameda es una leyenda urbana, como se dice ahora. Ya lo demostró el maestro Burgos en sus impagables artículos sobre Regaera y Carabolso, sobre Escalera y Taburete. Pero aquellos artistas de la murga no tenían lo que tiene el carnavalero Evaristo Troya. No se puede ser más listo ni más ‘socialisto’ que Evaristo. Y en cuanto al apellido Troya, ¿cómo no vamos a darle el premio que se merece este organizador de carnavales imaginarios? Evaristo Troya… y agarra el dinero antes de que sea tarde, que la cosa está que arde.

sábado, diciembre 13, 2008

El proyecto encarnado

“Su señoría ha encarnado el proyecto del PSOE”. Palabra de Gracia. Te alabamos, señor o señoría. El portavoz del Grupo Socialista se descolgó ayer con esta alegoría bíblica. En el principio era el Verbo, o sea el proyecto socialista, que con el tiempo se hizo señoría y habitó entre nosotros. Y ahí sigue al cabo de los veinte años que se conmemorarán el próximo domingo. ¿Recuerdan? El pueblo andaluz eligió en 1990 al ministro de Trabajo que tuvo el honor de presidir -¿es correcto el verbo?- la primera huelga general de la democracia en 1988, aquel 14 de diciembre que nunca existió para la memoria selectiva del Régimen.

Al portavoz Gracia esto del Régimen le parece una tontería (sic) aunque sea una tontería que le obsesiona hasta el punto de que no deja ni una oportunidad para hablar de ello en sede parlamentaria, como dicen los cursis. Ayer se lució con un discursito leído aunque fuera más bien desleído. Empezó admitiendo la posibilidad de que otros grupos políticos puedan tener sus propios valores, algo que traspasa los límites de la obviedad a estas alturas de la democracia. Y lo remató con una digresión sobre los sueños que podría haber provocado eso mismo, somnolencia, en un auditorio que sin embargo se vio arriba hasta el punto de prorrumpir en uno de los mayores aplausos que ha registrado la cámara en su historia: no sólo lo aplaudieron los suyos, sino que los parlamentarios del PP también hicieron lo propio. Resultado: rechifla general.

“¿Cuáles eran hace treinta años los sueños de este portavoz?” La pregunta retórica se quedó sin contestar, aunque viendo el parque móvil de los audis y similares que ocupan uno de los patios del antiguo Hospital de las Cinco Llagas habría que concluir con la ironía obligada: eso no se lo habría creído Gracia en 1978 ni soñándolo… El discurso se perdía entre nimiedades como el chabolismo que padece Madrid: ¿acaso no ha ido Gracia al Vacie, que está a tiro de audi del Parlamento de Andalucía? Ni los suyos le echaban cuenta. Pizarro hacía lo que podía para que quedara claro que no lo estaba escuchando. Mas de pronto se obró el milagro y el verbo de Gracia se encarnó en una serie de reflexiones sobre los sueños y los ensueños que provocó esa unanimidad a la hora de la ovación.

El resto de la sesión fue más de lo mismo. En la bancada socialista se nota un nerviosismo impropio para estas alturas de la legislatura. No soportan que Arenas haga una oposición que está a años luz de la que no hacía Teófila Martínez. El Verbo que se encarnó, o sea Chaves, anduvo nervioso hasta el punto de dejarnos unas cuantas perlas de la casa: ‘estamos cumplimiendo’, del verbo ‘cumplimir’; “hace cerca” por hace poco tiempo; “hace pocos días, muy pocas horas, dos o tres días”, lo cual viene a demostrar la relatividad del tiempo; “dramas humanos para apellidos y nombres”: todo sea por no usar la preposición ‘con’ que podría confundirlo con un ‘neocon’; “Esquerra Unida, Esquerra de Cataluña” es el nombre de una nueva coalición, y el partido de la oposición es el ‘papé’, no el pepé.

Esperanza Oña le preguntó a Zarrías por su afición a coger aviones para librarse de dar explicaciones en el Parlamento. De nada le sirvió. Gasparín se fue por la gatera y sacó a colación los viajes de Zaplana. Acusó al PP de ejercer el gamberrismo político, de practicar el insulto y el esperpento. En la tribunilla de invitados, Antonio Romero se dolía de lo que pasa en la calle: “La gente confía más en María del Monte, que regala lotería en su programa de Canal Sur, que de las medidas económicas de Chaves. Si llaman a tu casa por teléfono tienes que decir “quiero lotería de las tardes con María”, como hizo mi suegra el otro día cuando me llamó Baltasar Garzón, el de IU, no el juez”. El proyecto encarnado y la lotería de María. La Navidad está al caer.

viernes, diciembre 12, 2008

Africanos de Jaén

Africanos de Jaén, inmigrantes sin techo, decidme en el alma: ¿quién os ha dado de comer durante estos días, quién se ha preocupado por buscaros una manta y un lugar donde pasar la noche, quién os ha mirado a los ojos y ha visto algo más que un posible votante de la red clientelar y electoral en que se mueve el Régimen andaluz? ¿Quiénes os han tratado como hermanos, como prójimos, como personas con dignidad? Han sido los de siempre: las almas caritativas de Cáritas y los espíritus filantrópicos de Cruz Roja, un párroco que no se resigna a mirar para otro lado y los militantes de IU que os han abierto su sede. El resto ha sido, como siempre, el silencio oficial de una Junta que sólo vela por los intereses del partido que la sostiene, o viceversa. Porque aquí hay que preguntarse quién fue antes, si el huevo del PSOE o la gallina de la Junta.

No hay más que ver la foto de Manuel Cuevas que publicaba ayer este periódico, la foto que jamás recibirá –y a mucha honra- ninguno de esos premios que reparte el poder para seguir alimentando la propaganda oficial. Los africanos de Jaén, los herederos legítimos del verso rebelde de Miguel Hernández, comían en un salón parroquial bajo la efigie de San Juan Bosco. ¿Debería haber descolgado el cura la foto del santo salesiano para no herir la sensibilidad de los que no profesan la religión católica? ¿Habría sido aconsejable un dictamen sobre multiculturalidad y laicismo de alguno de los observatorios que mantiene la Junta para que los suyos se entretengan en naderías con tal de cobrar un sueldo del erario público?

La demagogia cae de golpe cuando el hambre llega al estómago, cuando el frío cala los huesos, cuando hay inmigrantes durmiendo al raso mientras la todopoderosa maquinaria del Régimen sigue atrincherada en las mil y una instituciones que mantienen la tramoya de la burocracia. El presupuesto billonario de la Junta de Andalucía no da para una solución de emergencia, para leche caliente y galletas, para salvar los muebles de la dignidad que están arrumbados en la calle y que tienen ojos y lengua, corazón y frío en las manos y en los pies que han recorrido un continente en busca de algo que no era esto, como diría Ortega y Gasset.
¿Es que no hay nadie con entrañas en la Junta de Andalucía? ¿Nadie? ¿Es que no saben hacer otra cosa que la política de corto vuelo, gallinácea y rastrera, que sólo asegura el mantenimiento del partido en el poder? Toda la parafernalia de la propaganda oficial se convierte en humo cuando la pobreza se hace presente en plena calle y a plena luz de las fogatas que mitigan, como pueden, el frío de diciembre. ¿Dónde están las ostras del Consejo Audiovisual que servían para mantener la dignidad inherente a los cargos de esos progres que callan antes atropellos como éste? ¿Dónde están los coches de lujo que se cuentan por centenas en la Andalucía que ha dejado en pañales al rancio Parque Móvil de Ministerios? ¿Dónde se gasta ese dinero que la administración guarda en los bancos para especular con sus dígitos mientras los inmigrantes sin techo tiritan bajo las estrellas de su mal fario? ¿Dónde?

Demasiadas preguntas sin respuesta. Andalucía ha cambiado de señoritos y de aceituneros, pero no ha cambiado de sistema. Lo escribió Vassili Grossman en Todo fluye: los rusos cambiaron al zar por Lenin, no por la libertad. Nosotros hemos hecho algo parecido. De aquella Falange sin ideología, puro pragmatismo burocrático, a estos profesionales del sueldo público que no mueven un dedo ante una calamidad como la que se vive en Jaén. Africanos de Jaén, aceituneros sin papeles, decidme en el alma: ¿quién, quién os dio un vaso de leche? Por los olivares de la burocracia oficial se escuchaba un ondulado y lorquiano silencio.

viernes, diciembre 05, 2008

Mejor que nunca

“La economía andaluza está mejor que nunca”. Esta frase la pronunció Manuel Chaves González, hermano de Antonio José y Leonardo, el día 21 de febrero de 2008. Fue en Cádiz, la cuna de la libertad. Si alguien se oponía al discurso oficial de entonces, lo mandaban al quemadero de los catastrofistas, esos herejes que no creen en la Segunda Modernización de Andalucía.

Sigamos recordando, ahora que se lleva tanto la media memoria histórica como cortina de humo para tapar las vergüenzas económicas de una autonomía donde el paro sube como la espuma que nos venden para ocultar la realidad. “El presidente de la Junta de Andalucía y candidato a la reelección por el PSOE, Manuel Chaves, defendió ayer que la economía española y andaluza están «más fuertes que nunca» a pesar de que reconoció de que no son «inmunes» ante la situación de «incertidumbre» económica internacional”. Era febrero pero el carnaval gaditano ya había recogido los disfraces y los pitos de caña. Chaves seguía vestido de chirigotero, metiendo embustes como si fuera Pericón pero con menos gracia, engañando al personal, que eso lo borda.

Para aquel Chaves postcarnavalero existían, hace nueve meses, “sobradas razones para la confianza, con una economía sólida con la que hacer frente a cualquier situación de dificultad”. Pues menos mal, porque si entonces hubiéramos estado mal, nadie sabe cómo habríamos llegado a este final de otoño con los termómetros por los suelos y las cifras del paro por las nubes. Para los que entonces denunciaban lo que saltaba a la vista aunque nadie lo quisiera ver desde los despachos de moqueta y avioneta, ahí va la reacción del entonces candidato a la requeteelección, dicho sea lo de ‘requete’ sin tilde en la última sílaba: “El presidente de la Junta de Andalucía criticó el catastrofismo del PP, asegurando que no le extrañaría nada que se descalificara en los próximos días a la Comisión Europea, al Banco Central o al Eurostat por no acompañar al PP en esa estrategia del miedo y la confusión”.
A Chaves se la ha caído el discurso. A otro que estuviera en su lugar se le habría caído también la cara de vergüenza, pero en esta Andalucía del impudor lo único que se caen son los quioscos en las obras del metro que se eternizan sin que nadie presente su dimisión. Aquel día de febrero Chaves también dejó muy claro en la Tacita de Plata –eso es un tópico y lo demás es cuento- que la próxima legislatura sería la del metro en Andalucía. De momento el metro ya tiene un quiosco dentro, lo cual da una idea del interés de la Junta por mantener informados a los ciudadanos aunque aún no hayan podido disfrutar de un medio de transporte que antes de funcionar ya lleva tres heridos en su cuenta de resultados.

La misma crisis que negaba en febrero está anegando la economía andaluza en diciembre. Para combatirla, Chaves hace lo de siempre: imita a Zapatero en plan película de las serie B. Promete 360 millones de euros para que los alcaldes del partido que controla el Régimen puedan hacer clientelismo político y luego ya veremos. La austeridad del gasto público se queda para los demás. Cualquier consejero como Zinedine Zarrías se permite el lujo de viajar en avioneta desde Almería hasta Sevilla con tal de librarse de su obligación: a ver si explica de una vez en el Parlamento que los denunciantes del chiringuito que montaron los hermanos Chaves no han recibido ni el descrédito ni la vergüenza que el aviador Zarrías, tripulante del Dragón Rapide andaluz, les auguró en la misma sede parlamentaria.
Tesis de febrero de 2008: “La economía andaluza está mejor que nunca”. Antítesis de diciembre de 2008: “Andalucía registró 545 parados al día en el último año y supera ya los 700.000”. Síntesis chavesiana: “La comunidad está resistiendo el paro mejor que otras regiones”. Con esta gente no hay quien pueda…

martes, diciembre 02, 2008

La ciudad que todo lo traga

La ciudad que todo lo traga
Después del acto de inauguración -por sorpresa y con adelanto sobre la fecha prevista- de la estación de metro del Cristina, con el quiosco enterito y pleno como cápsula del tiempo para que nuestros descendientes puedan conocer qué se cocía en la ciudad, sería justo y necesario un añadido en el texto de la lápida que luce en la Puerta Jerez. “Hércules me edificó, / Julio César me cercó / de muros y torres altas / y el Rey Santo me ganó / con Garci Pérez de Vargas / antes de que mi subsuelo / un quiosco se tragara”.
Los emperadores romanos y los generales del imperio que se extendía por el Mare Nostrum llevaban un siervo que les recordaba a cada paso una máxima de dos palabras que les impedía –o de eso al menos se trataba- que cayeran en el pecado de la soberbia: “Memento mori”. Al cambio, “recuerda que eres mortal”. Los políticos hispalenses han heredado el poder de esta Julia Romula Hispalis, como llamó a la ciudad que luego sería Sevilla el gran Julio César antes de que lo asesinaran al sevillano modo, esto es, de una puñalada por la espalda. Lo malo de nuestros barandas es que no hay nadie que les susurre a cada momento la frase que los colocaría en su sitio: “Recuerda que eres… lo que eres”.
Aquí sucede lo contrario. El alcalde recibe cada dos por tres –el agujero del metro es de seis por seis- las lisonjas de los suyos: “Alfredo, eres el mejor”. Monteseirín lleva, al más puro estilo de los emperadores romanos, los tres nombres que lo definen: Alfredo Buena Gente. Es tan bueno el buen hombre, que cuando apareció por la calle Almirante Lobo -¡qué buen turrón o qué buen socavón!- para hacerse la foto de rigor propagandístico, ni siquiera se acordó de hablar con la familia que regentaba el quiosco hundido. ¡Qué bueno es Alfredo Buena Gente! ¡Qué sensibilidad con los que han sufrido los golpes de los idus de noviembre!
Luego se escondió como si fuera un quiosco más, como si lo hubiera engullido otro socavón provocado por las obras de un metro que son las obras completas de Valle-Inclán: esperpento puro. Desde las cuchillas que no cortaban las gravas porque se habían equivocado al encargarlas, hasta esa tuneladora que perdía aceite por un tubo que no podría ser otro que el tubo de escape. Un géiser, socavones varios, hundimientos de la calzada, cambios de itinerarios para no molestar a los selectos clubes de la clase media hispalense, y retrasos acumulados en nombre de una seguridad que ha brillado por su ausencia.
Para que todo esto pueda suceder sin que ruede cabeza política alguna tienen que darse dos circunstancias: la ciudad ha de estar sin alcalde y el pueblo debe ostentar unas tragaderas dignas de digerir un quiosco entero y pleno con las revistas, los periódicos y hasta los bonobuses dentro. Sevilla lleva nueve años y medio sin un alcalde que se lo crea. En vez del experto en pinceladas y mangazos de gañote que se lleva todo el día diciéndole que es el campeón del progresismo, este Alfredo Buena Gente debería llevar a su lado a un tipo independiente y honesto que le dijera a cada paso la frase de rigor: “Recuerda que eres el alcalde”.
En vez de enseñar los dientes, Alfredo Buena Gente ha escondido la cabeza en el agujero del Cristina como buen avestruz que es. Y luego ha salido volando con esos modos gallináceos que no se pueden disimular. A su lado, la ciudad que se ríe de esta comedia que a punto ha estado de convertirse en tragedia. A Sevilla le cabe el quiosco del Cristina como le cupo, en su día, aquella viga que se cayó sobre la SE-30 sin que nadie asumiera la responsabilidad. El consejero de Obras Públicas es un tipo que ha llegado a ese puesto con el carné en la boca y con las peores prácticas del régimen en el curriculum trepae. Este Luis García dio una rueda de prensa la misma tarde del hundimiento y habló como si aquello no fuera con él, como si no hubiera pasado nada, como si los sevillanos fueran tontos o directamente imbéciles, algo que no hay que descartar visto lo visto y oído lo escuchado.
La Junta no da explicaciones y el alcalde no da la cara, no vaya a ser que se la partan los del partido. Sevilla se recrea en la guasa y hace chistes en vez de convocar manifestaciones. La ciudad se entregó hace tiempo a los nuevos señoritos que la gobiernan o que pasan de ella directamente. ¿Se inaugurará la escuálida línea 1 del metro el 20 de diciembre? Nadie pregunta y nadie responde. “Hércules la fundó, / Julio César la cercó / de muros y torres altas, / y en San Telmo se instaló / Erchave con sus barandas”. Que la tierra del socavón te sea leve, Julia Romula Hispalis, o sea, Sevilla que todo lo traga.