jueves, julio 31, 2008

Bienvenidos al PERnatal

Mientras Chamizo clama por el mal estado de las urgencias hospitalarias, la Junta se inventa el PER para recién nacidos, vulgo PERnatal.

El informe Chamizo sobre la situación del mayor hospital de Andalucía ha caído como una jarra de agua fría sobre la propaganda sanitaria de la Junta. Frente a la maquinaria del SAS, el SOS del Sindicato Médico que por boca y pluma de Miguel Ángel Montilla ha puesto el dedo en la llaga y en la plaga que sufren las colapsadas urgencias del Virgen del Rocío, buque insignia del SAS. Las urgencias de ese hospital no hay por dónde cogerlas. Cualquiera que haya tenido que ir allí –jamás se va por gusto a sitios así- en verano sabe de qué estamos hablando: médicos desbordados, pacientes en los pasillos, tiempos de espera que desesperan...

Al régimen esto no le importa. Al régimen lo que le preocupa es vender la mercancía de la propaganda. Un poner: los bebés que tengan menos de un año recibirán las medicinas gratis total. Da igual que sean hijos del paro que vástagos nacidos en el seno de una familia con posibles que se permiten lujos imposibles para el resto del personal. Hagamos más demagogia: los hijos de los terratenientes andaluces, y de sus respectivas terratenientas, gozarán de unos medicamentos gratuitos que los sufridos currantes pagarán a través de sus impuestos. ¿Esto es socialismo?

A la consejera Montero no le quita el sueño terminar con el caos y el colapso de las urgencias hospitalarias. Podría darse una vuelta por la sala de espera del Infanta Elena de Huelva, por poner otro ejemplo, para venderles ese lugar a los productores de la serie Cuéntame. Hasta los azulejos nos remiten a la época del franquismo puro y duro. Pero esto, como decimos, les trae al pairo a los altos cargos del régimen andaluz. Lo que de verdad les importa es que los niños recién nacidos reciban un paquete –los cursis dicen pack- con una foto del padrecito Chaves y un mangazo de medicinas durante su primer año de vida. El PERnatal, que también se diría.

En esta Andalucía donde el caciquismo de diseño le ha ganado la partida a la socialdemocracia racional, el presupuesto puede adelgazar por cualquier sitio menos por la propaganda. Arenas clama en el desierto, que para eso el apellido ayuda, cuando le pide al bueno de Manolo que reduzca los gastos en publicidad institucional con los que premia a los buenos que no critican su labor y castiga a los malos que no se creen la imparabilidad -¡toma palabro!- de Andalucía.

Aquí no se trata de contratar a los médicos que hacen falta para atender unas urgencias como los cánones mandan. Eso lo dice Chamizo, que es un tipo sensato que no se calla y que predica en el desierto de la desidia. Este agosto volverán a colapsarse esos centros de salud que atienden a la población flotante y veraneante que aún puede permitirse el lujo de ir a la playa. Y las urgencias hospitalarias se salvarán una vez más por la implicación personal y profesional de los sanitarios, así como por la paciencia que demuestran los pacientes.

¿Se habló de esto en el último congresillo regional que reeligió a Chaves con un bostezo unánime? Negativo. A la consejera de Salud le interesa más la muerte digna que la dignidad de los que usan las urgencias de los hospitales andaluces. Y al partido, que los niños vengan con un PERnatal bajo el brazo.

martes, julio 29, 2008

El cuento de una crisis de verano

Del sueño shakespariano de una noche de verano, al cuento de la crisis que no quieren contarnos desde el poder para no quitarnos el sueño.

Las mesas del chiringuito permanecen vacías. En las sillas no se sienta ni el poniente que sopla con la fuerza justa para refrescar el ambiente soleado. El dueño del local permanece pensativo, mirando la belleza perenne del mar a través de las sombrillas que se multiplican como antaño: las tumbonas de alquiler también están vacías. Ha bajado los precios, se ha devanado los sesos para conseguir un menú del día sabroso, veraniego y equilibrado por diez euros, con tinto de verano a discreción incluido. Pero ni así se le arrima la clientela. La gente come tortillas de papas y arena, filetes empanados, picadillos o piriñacas bajo la mínima sombra de la sombrilla. Las neveras de color azul surten de bebidas frescas a los comensales playeros.

De pronto ha visto la luz al final del paradójico túnel cegador del mediodía. Varios cuarentones trajeados, acompañados por fornidos jóvenes que sólo llevan un auricular en la oreja derecha, desembarcan en el chiringuito con ínfulas de restaurante. Se han sentado y han empezado a pedir sin pedir previamente la carta. El más lanzado de los miembros del grupo le ha indicado que ponga una serie de pinceladas al centro de la mesa. Misión imposible para el dueño del local: “Lo siento, señor, pero este año hemos quitado la cigala y el bogavante, el jamón de bellota tampoco lo tenemos porque no lo pide nadie, y de vinos sólo puedo ofrecerle el crianza de la casa o el tinto de verano, que es lo que se estila esta temporada...”

En la televisión, conectada al canal oficial del régimen, aparece una y otra vez el consejero que se ha ido a Cuba para seguir de cerca los planes de cooperación con la dictadura castrista: esto del poder repartido entre hermanos es una milonga de ida y vuelta. Los elegantes comensales ríen y comentan lo bien que sale el líder en pantalla. El que lleva la voz cantante y solicitante insiste en su petición: “¿Y no tendrá unas almejas de carril, o unas gambas blancas, o algún pescado que no sea de piscifactoría para la plancha o para la sal?”

El tabernero o chiringuitero, a elegir, agacha la cabeza como si él tuviera que pedir perdón: “Es que la semana pasada tuvimos que tirar el género, que además está por las nubes, y pasar al menú del día. Y ni aun así viene nadie, señor, compréndalo”. El preboste se levanta indignado: “¡Luego se quejan los empresarios de la situación económica! Vámonos de aquí, que no nos dan de comer. ¿O es que alguien piensa que vamos a tragarnos los espaguetis y el frito variado como si fuéramos... como si fuéramos...?” Uno de sus colegas le echó el capote del cinismo: “Como si fuéramos lo que fuimos, Manolo”.

Al otro lado del paseo marítimos los esperaban varios coches de gran cilindrada con el motor encendido para mantener la refrigeración en su punto. Se fueron sin probar bocado, sin sentir el placer del primer trago de cerveza, sin fijarse en la cantidad de veraneantes que llenaban la playa con sus tortillas mientras los restaurantes permanecían desiertos bajo el sol del mediodía. Entonces fue cuando alguien pronunció la palabra maldita de la que huían como la peste. Fue dentro del coche, con la piel de la tapicería fría como una cerveza de barril: “No, si al final van a tener razón los agoreros de siempre y va a resultar que estamos en crisis...”

viernes, julio 25, 2008

Del general Castaños al Algarrobo

Los barandas del régimen no asistieron al bicenteneario de Bailén porque lo suyo es la guerra de guerrillas del insulto, vulgo bandolerismo político.

Si el general Castaños levantara la cabeza, algo que no necesitaría pues murió con la frente bien alta, correría a gorrazos a los barandas y barandillas del régimen andaluz que no asistieron a los actos que conmemoraron el pasado 19 de julio la batalla de Bailén. ¿El motivo? El mismo de siempre: partidismo puro y duro. Como en Bailén no gobierna uno de los nuestros, ni pan ni agua. Ni Casa Real ni la Casa Rosa de Donmanuel. Por allí apareció un subdelegado del Gobierno, que es lo mínimo que se despacha en estos casos.

Si en 1808 el pueblo se hubiera comportado de esta forma, en España nadie firmaría a estas horas ningún manifiesto lingüístico: aquí hablarían francés hasta Cagod e Ibagueché. Seríamos votantes de Sarkozy y tendríamos como primera dama a la Bruni, que en ciertos aspectos luce más que la sosa Espinosa de ZP. Por eso la ausencia de las autoridades políticas ha dejado las cosas en su justo término. No tenían nada que hacer en Bailén, ya que si hubieran estado allí en 1808, se habrían alineado al momento con los gabachos y luego habrían retomado el poder. ¿O no fueron guerristas todos los que se apuntan ahora al ejército del capitán Chaves y del chusquero Pizarro?

El régimen no está formado por héroes como Daoiz o Velarde. El régimen se las apaña con una cuadrilla de bandoleros que pregonan su compromiso con los pobres mientras viven como los señoritos de antaño. Al frente de la partida, ese Manolo Chaves que se ha rodeado, como hiciera en su momento Curro Jiménez, de un trío de colaboradores para gobernar en Sierra Morena sin Mar Moreno. El trío está encabezado por Gaspar Zarrías en su papel del Monaguillo, trasunto de aquel fraile que acompañaba las hazañas del barquero de Cantillana.

A su lado, el fiel Rafael Velasco, alias el Estudiante. Este sucesor del personaje que encarnara Pepe Sancho lleva estudiando Filología Inglesa los mismos años que Chaves dormita en el poder. Con 35 primaveras sigue el muchacho matriculándose mientras acusa a Arenas de padecer Alzheimer. De momento hay que decirle a este estudiante de Insultología que el enfermo de Alzhemire no es Arenas, sino un tal Suárez. ¿Lo recordará? El mismo que consiguió, con su inteligencia y su coraje, que pasáramos de la dictadura que mantenía bien vestidos y bien estudiados a los barandas del régimen –son hijos de lo que son- a la democracia que le permite al estudiante Velasco ganarse la vida de esta forma.

Y como no hay dos sin tres, hete aquí al lugarteniente del capitán Chaves: el gran Luis Pizarro, alias el Algarrobo. Ni Álvaro de Luna habría conseguido bordar el papel como lo está haciendo el mítico galán -¿o sería más preciso decir gañán?- de Alcalá de los Gazules. Pizarro se ha convertido por derecho propio en el encargado de ponerle voz a los insultos que Chaves le dirige a Arenas: de matón de discoteca, a responsable del fusilamiento de Blas Infante. Lo que son las cosas: antes le llamaban la Momia (sic) al hombre que llevó su dignidad al pelotón de fusilamiento. Ahora quieren robárselo a los andalucistas como siempre se han hecho las cosas en Sierra Morena sin Mar Moreno: a punta de navaja. La cabra tira al monte, y el bandolero también.



miércoles, julio 23, 2008

Contradicciones

Por qué están tan nerviosos? Llevan toda su vida laboral en la poltrona, no han perdido nunca unas elecciones, controlan los resortes del régimen que se han encargado de instaurar en Andalucía, les sobra poder por los cuatro costados, no gastan un euro en gasolina ni en comidas, usan las influencias de siempre para colocar a los suyos y a las suyas, están abrigados ante el viento frío de la crisis... Pero se han puesto de los nervios. Y se les nota. Los exabruptos de Pizarro no son más que la punta del iceberg que han adivinado frente a la proa del Titanic que les sirve para navegar por las plácidas aguas de una región sometida a sus dictados.

¿Por qué están tan nerviosos? Tal vez habría que cambiar la pregunta. ¿Quién los pone así de irascibles? Y la respuesta es tan obvia que da pereza escribirla: Arenas. Es el mismo tipo al que acusan continuamente de perder elecciones, lo cual debería llevarlos por otra senda: si tan malo es, ¿por qué están todo el santo día lanzándoles dardos que en algunos casos rebasan la frontera de lo admisible en una democracia? Es posible que en su deriva totalitaria el régimen esté viendo demonios donde sólo hay competidores o adversarios. No soportan que nadie les lleve la contraria, y piensan en lo más profundo de sus disquisiciones que la Junta es suya y que nadie tiene derecho a quitársela. Es más: con tanta alianza estratégica con el pueblo andaluz (sic) están a un paso de la unidad de destino en lo regional. Al tiempo.

Mientras Arenas se convierte en el gran enemigo público de Andalucía según la propaganda del régimen, sus más genuinos representantes caen en unas contradicciones de padre y muy señor mío. Por ahí viene la primera: el mismo Gaspar Zarrías que presume de laicismo se encarga de dar el primer gubiazo –o el segundo, que la alcaldesa estaba por allí- al nuevo retablo de Nuestro Padre Jesús de su laico y santo reino de Jaén. ¿Se imaginan el bramido de la progresía autóctona si un vicepresidente derechoso hiciera lo propio y dedicara, además, medio millón de euros a una obra así? Pero como Gaspar es el tallista accidental, pues aquí paz y después gloria bendita.

Segunda contradicción: Luis Pizarro, elevado a la segunda planta del cielo en calidad de vicesecretario general del PRI andaluz, se jacta de que nadie puede taparle la boca por la que salen perlas dialécticas de su grueso calibre. Llamar matón de discoteca (otra vez sic) al líder de la oposición es de lo más progre. Cuando Arenas anuncia que acudirá a los tribunales, el reverso de Chaves se convierte en un defensor de la libertad de expresión: “nadie va a callarme con querellas”. ¡Viva la coherencia! El mismo que llevó a los tribunales a dos periodistas que difundieron una información veraz, como recoge la sentencia judicial correspondiente, pretende insultar gratis total. Cuestión de estilo.

Y el tercero que cae en las garras de la contradicción es el padrecito de la realidad nacional. El bueno de Manolo ha consentido que en la convención del cargos públicos del PSOE celebrada recientemente en Granada se rebaje el grado de referencia de Blas Infante. Juegan con los vivos y con los que ya no lo están. Y en cuanto a las similitudes entre el notario de Casares y esta panda de vividores a sueldo, ninguna. ¿O es que alguien se imagina a alguno de estos votantes al búlgaro modo manteniendo sus ideas ante un pelotón de fusilamiento? Pero si los llama Pizarro y tienen que ir directamente al cuarto de baño más cercano...

De todas las contradicciones señaladas, ninguna tan inexplicable como la primera. ¿Por qué andan tan nerviosos los inquilinos de San Telmo que se creen sus legítimos y eternos propietarios? ¿Eternos? Ya lo ha dicho la consejera Aguilera: Chaves debería ser eterno. De la Eurocopa, al peloteo regional. Y Gaspar dando gubiazos...

martes, julio 22, 2008

El Chapi

El Chapi no es la abreviatura del chapista de la esquina, ni el nombre de un club de carretera con neones colorados o del color de la rosa fucsia: ojo a la ortografía y a la pronunciación. El Chapi tampoco es el penúltimo dibujito animado o sin animar que nos presenta la Junta de Andalucía para promocionar alguna de sus recurrentes campañas propagandísticas. El Chapi no es ni más ni menos que la resolución de la dualidad pitagórica aplicada a la política. El Chapi es el individuo perfecto, el Jano bifronte de la Andalucía al máximo, el orgullo de todos los que vegetamos bajo el régimen que nos permitirá vivir ajenos a la crisis que a otros se les viene encima. El Chapi es el héroe mitológico que ha parido el último Congreso del Partido del Régimen Institucionalizado, alias PRI.

A estas alturas del artículo no hemos desvelado aún en qué consiste el Chapi, y crean que nuestro trabajo nos cuesta. ¿Debería estar el Chapi protegido cual lince ibérico de pata negra? ¿El pueblo está preparado para conocer el secreto que se oculta bajo la máscara del Chapi? En ese caso corramos el velo y dejemos que aparezca este portento sobrenatural en todo su esplendor: el Chapi es la suma de la dualidad que encarnan Chaves y Pizarro. ¡Tatachán! El público puede aplaudir aunque los compromisarios del PSOE andaluz no hicieran lo propio cuando el Chapi, versión Manolo, les anunció que se presentaría por enésima vez a las elecciones de 2012. ¿Tan hartos están del Chapi que les da de comer, de beber y de viajar? Cría cuervos, que te dejarán desnudo ante el silencio...

El Chapi es algo más que la mera suma de Chaves, ese hombre, y de Pizarro, el político de más nivel que ha dado Andalucía desde la muerte de Argantonio. Chaves ha nombrado a Pizarro vicesecretario general para conformar ese ser único e intransferible que llevará sobre sus hombros y sobre sus dos rostros todo el peso de la Tercera Modernización en tiempos de crisis. A partir de ahora Pizarro no será el mero altavoz de los pensamientos que Donmanuel hilvana en el gimnasio antes de llegar a su despacho, hecho histórico que sucede a eso de las diez y media de la mañana: así no degrada el medio ambiente formando parte de uno de esos atascos que contaminan la ciudad al amanecer. A partir de hoy el gran Pizarro formará parte del Chapi, el dúo casi teológico que se ha convertido en el misterio binario de la autonomía andaluza.

El Chapi está muy por encima de Rafael Velasco, ese secretario de Organización del Partido que sigue estudiando a sus treinta y cinco años: para que luego digan que no tenemos una clase política formada. El Chapi sobrevuela la cuota feminista de Petronila Guerrero, las trifulcas provinciales y provincianas de los Viera, de las Bustinduy o de los Pendones: hay apellidos que tienen plural, ¡qué le vamos a hacer! El Chapi sólo tiene un objetivo entre los dos entrecejos de su repetida mollera: el matón Arenas.

¿Se imaginan a Leire Pajín llamando matona de discoteca a Soraya o a Lolita Cospedal? El zapaterismo es blandiblú por antonomasia. En Madrid tendrán que aprender los modos y maneras del Chapi: Chaves piensa el insulto y Pizarro lo verbaliza. Bueno, en realidad lo escupe, pero no queremos ser crueles con la forma de actuar del Chapi. Arenas, a todo esto, también se ha duplicado: ahora es chivo de turco y cabeza de expiatorio, como diría la cara A del Chapi. El PRI andaluz votó, una vez más, con el estómago en su convención empresarial de altos cargos. Con el Chapi les va bien y hay que pagar la hipoteca en estos tiempos difíciles que se presentan. Cuando vayan a una discoteca tendrán cuidado con Arenas, que los pone de los nervios. Por algo será, pero eso es materia de otro artículo. Hoy tocaba certificar el nacimiento del Chapi: hecho histórico, ¿o no?

jueves, julio 03, 2008

Merecemos un Gobierno que no nos mienta

Cuando Zapatero salió del Congreso tras el debate sobre la desaceleración económica, vulgo crisis, su ministro del Interior le recordó la máxima que debe regir al buen gobernante según el maquiavelismo rubalcabiano: hacer lo que haya que hacer y decir lo que convenga decir. Del dicho al hecho va el trecho que separa el poder de la oposición. Y en eso los chicos y las chicas de ZP son unos maestros y unas maestras. ¿O no?
Ganaron las elecciones negando por activa y por pasiva lo que sabían: que estábamos hundiéndonose en una crisis cuyas consecuencias se verán a su debido tiempo. En 2004 manejaron un esolgan salido de la factoría de Rubalcaba: Merecemos un Gobierno que no nos mienta. Pues está visto que no. ZP tembién sabe meter sus trolas como cualquier presidente que se precie.
La diferencia con la anterior legislatura también salta a la vista: los sociatas están solos en el hemiciclo. Nadie los apoya.
La pregunta recorre la España que deja la euforia futbolera por el canguelo económico: ¿hay crisis?
Ustedes mismos...