El abuelo


“El presidente Chaves tomó posesión de su cargo saltándose las rigideces del protocolo machista y patriarcal que elimina los sentimientos para centrarse en los aspectos más belicistas del poder. El presidente Chaves lanzó un discurso comprometido con el medio ambiente, con el diálogo intercultural y con todo aquello que supone una avance hacia las cotas más elevadas del progreso y de la alianza de civilizaciones, pero el momento culminante llegó cuando su nieta Lucía se dirigió a él, al presidente de todos los andaluces y de todas las andaluzas, y lo abrazó con ese cariño que sólo saben demostrar las mujeres progresistas. Frente a tanto traje oscuro que representa el pasado masculino del poder, la claridad luminosa de las nuevas consejeras y la espontaneidad típicamente femenina de esta niña que representa en sí misma el futuro de nuestra realidad nacional y universal. Ojalá, que en el árabe multiculaturalista de Al Andalus quiere decir Alá lo quiera, llegue un día en que veamos a la pequeña Lucía en el sillón que hoy ocupa su abuelo, y que fuera precisamente éste quien le diera el relevo. Sería la mejor noticia, ya que eso significaría que Andalucía no habría cambiado la senda del progreso por la reacción de la caverna, y que su presidenta llevaría, en su acción, el nombre de nuestra tierra: Anda, Lucía, el futuro es tuyo”.
Voz de presentadora televisiva de sobremesa, tipo “Andalucía es lo mejón der mundo”.
“¡Abuelo! ¡No se me quede dormido, abuelo, que voy a hacerle una pregunta! ¿Vio usted el otro día la toma de posición, o como se diga eso, de nuestro presidente? ¡Sí, claro, Erchave! ¿Quién va a ser si no? ¿No es el que votamos siempre? ¡Po ese mismo! ¿Pa qué vamos a cambiar, abuelo, si nos va de maravilla? ¿Se fijó usted en la nieta? ¡Fue precioso! Erchave, que así lo llamamos porque ‘semos’ andaluces y nos resulta como más familiar, iba a despedirse de la gente importante que estaba por allí, que había ministras como
Voz de locutor engolado, tipo Nodo.
“Las estancias renacentistas del antiguo Hospital de las Cinco Llagas asistieron, en su mudez de siglos engastados en la piedra, a un acto de intimidad arrolladora que mostró al orbe terráqueo la calidez humana que atesora el presidente de