miércoles, mayo 28, 2008

Cuotas

La consejera Cinta Castillo ha dejado a Ortega y Gasset a caer de un burro, que en su caso no es otro que Platero. Cinta Castillo es uno de los cerebros mejor amueblados que ha dado la provincia de Huelva en los últimos lustros. Su labor no se reduce a los temas ambientales que le ha encargado el virrey Manolo I en su último gabinetillo, sino que va mucho más allá. Cinta Castillo es una de las filósofas que deberían estudiar los alumnos y las alumnas de la ESO y del Bachillerato a partir del próximo curso. Su aportación a la historia del pensamiento occidental –es una pena que la haya cascado Bertrand Russell porque la habría incluido en su obra recopilatoria- ha sido la definición del “yo” a través de la cuota. Tomen nota porque todo podría resumirse así: “Yo soy yo y mi cuota”. Incluso podríamos llegar a un aforismo más cartesiano: “Soy cuota, luego existo”. ¿No es para darle media docena de medallas de Andalucía?

Cinta Castillo sabe que no hay mejor defensa que un buen ataque. Su cargo se debe al cruce de cuotas que maneja Chaves cuando hace uno de sus gobiernillos: para Medio Ambiente hacía falta una mujer que fuera de Huelva y que siguiera al pie de la letra las directrices de Javier Barrero, alias JB. Dicho y hecho. Daba igual que doña Cinta se hubiera encargado hasta ese momento de los temas educativos en el seno del PSOE chavesiano. Para la Consejería de Educación se había aprovechado el casillero de mujer granadina, y la cuota almeriense que rellenaba hasta el momento Fuensanta Coves la había ocupado Martín Soler, que al hacerse cargo de Agricultura dejaba libre el puesto onubense de Pérez Saldaña. Un lío que sólo Chaves puede desenredar gracias a su habilidad para resolver el sudoku andaluz.

Cuotas por aquí y cuotas por allá para conformar el ejecutivo más mediocre que imaginarse pueda. Claro está que para defenderse, como se dijo antes, no hay mejor técnica que la tinta del calamar, algo que conoce muy bien la choquera Cinta Castillo. Todos y todas somos cuotas de algo, ha venido a decir esta profesional de la política que confunde la Andalucía oficial de las cuotas chavesianas con la sociedad real donde cada uno, y cada una, ocupa el puesto que se ha ganado a pulso. ¿O es que en las oposiciones que no han pasado los mil y un altos cargos de la Junta también se establece un sistema de cuotas? ¿Los pequeños empresarios y las mujeres que se dedican a ganarse la vida como autónomas, o viceversa, también disfrutan de esas cuotas que le han servido a doña Cinta para subir al santuario del poder?

En vez de dedicarse a engrosar el lapidario bobo que recogen los colegas Caraballo y Caro cada domingo, la dama de la cuota que ocupa la Consejería de Medio Ambiente debería explicarnos por qué se va a construir un oleoducto que atravesará parajes naturales que están -¡oh, casualidad!- en su provincia de Huelva. Zapatero ya ha dicho que sí, lo cual es una señal digna de tenerse en cuenta. El oleoducto no es más que la cuota que tiene que pagarle el PSOE al empresario periodístico que tiene el privilegio, por ejemplo, de repartir sus periódicos en algún que otro hospital del SAS. Maquillaje de listas de espera, persecución a los profesionales que denuncian esas prácticas, reparto de prensa adicta por las habitaciones sin pedir permiso a los enfermos ni a sus familiares para invadir ese espacio privado, oleoducto que cruza Andalucía y Extremadura… Todo encaja en el puzzle donde se engarzan las cuotas de poder como en los viejos tiempos de la prensa del Movimiento. ¿O no?

Cinta Castillo ha entrado por la puerta grande en la Historia Regional de la Filosofía. Lo suyo es propio de la rebelión de las masas fritas, vulgo churros. De momento ha superado a Ortega y a Gasset juntos: “Yo soy yo y mi cuota”. O viceversa.

lunes, mayo 26, 2008

La doctora Ricoy

Andalucía sólo hay una. No es grande y cada vez es menos libre, pero el régimen se encarga de velar por su unicidad: una realidad nacional, un partido y un líder. Tres en uno para engrasar la maquinaria del poder. Un solo Chaves verdadero aunque luego tenga varios hermanos vegetando a la sombra de la climocubierta. Apunten el nombre porque debería convertirse en común: climocubierta. En el diccionario chavesiano, dícese de la techumbre que protege a los que se sitúan bajo ella contra las inclemencias de la vida. Quien a buena climocubierta se arrima, buena sombra lo cobija.

Que se lo pregunten a los consejeros y consejeras del régimen que se cobijan bajo el Consejillo Audiovisual de Andalucía. Han conseguido que Vázquez Medel se vaya. Y que recite, de camino, el poema “Límites” de Borges. Vázquez Medel ha probado los sinsabores del límite, de la frontera que separa a los adictos de los que no lo son. Se asomó a la libertad de expresión, se atrevió a criticar el pilar propagandístico del régimen, alias Canal Sur, y no tuvo más remedio que marcharse antes de que lo echaran con una patada en el culo… o cualquiera sabe dónde.

Pero quien ha probado de verdad los límites que está dispuesto a saltarse el régimen ha sido doña Socorro Ricoy, la Mariana Pineda del siglo XXI. A ver si los hombres y las mujeres del teatro andaluz dejan tranquilo a Lorca durante un tiempo y son capaces de poner en escena, como hace Boadella con Cataluña, alguna obra ambientada en la Andalucía de hoy. ¿O es que piensan que con Mariana Pineda y Yerma van a escandalizar a los burgueses de estos tiempos? Que se fijen en Socorro Ricoy, la doctora del Hospital Virgen de las Nieves que ha sido capaz de irse a la Fiscalía para denunciar el siniestro maquillaje de las listas de espera que se perpetra en su centro hospitalario.

Uno tiene que confesar que jamás habría imaginado algo así. En vez de curar a los pacientes se les mantiene en lista de espera pero con el truco del almendruco que maquille esa situación: así se aseguran los altos cargos el plus correspondiente. Ese dinero huele a cieno, está manchado de sangre, de vómitos, de lentas horas de angustia. Tuvo que llegar Socorro, esa heroína con historia de tragedia griega, para poner las cosas en su sitio. La respuesta del régimen ha sido la esperada: en vez de investigar han disparado contra la denunciante. Ese es el feminismo de cartón piedra del que presume la consejera Montero. En vez de poner firmes a los directivos, en vez de llamar a capítulo a la denunciante para enterarse de qué va el gravísimo asunto, la consejera Montero hace lo que le ordenan desde arriba. ¿Juramento hipocrático? Más bien hipocresía a la hora de jurar su cargo.

Los casos del profesor Vázquez Medel y de la doctora Ricoy demuestran que en Andalucía no hay sitio para la disidencia. Una sola Andalucía está en manos de un régimen poliédrico y caleidoscópico. El régimen es una red, un puzzle formado por miles de piezas, un mosaico donde se engarzan las teselas de la manipulación, la mentira, la propaganda, el sectarismo o la infamia. Comparen estas dos historias y luego vayan añadiendo las demás. Como por ejemplo la actitud terca de la Consejería de Educación a la hora de enfrentarse con la Justicia o con los profesores que no están dispuestos a cambiar su dignidad docente por un soborno de 7.000 euros.

Como nos dijo en el Foro Oromana de Alcalá de Guadaíra un viejo luchador antifranquista cuando analizamos los fundamentos del régimen, “hay que ser optimista porque esto no tiene remedio”. El optimismo siempre vendrá de la mano de la ética. La doctora Ricoy nos ha dado un curso de Educación para la Ciudadanía con esa denuncia que hasta ahora sólo le ha originado problemas. Una realidad nacional, un partido y un líder. Y persecución al disidente. ¿Les suena?

viernes, mayo 23, 2008

Listas negras

Sostenía el pasado viernes nuestro maestro Alfonso Lazo que en Andalucía seguimos viviendo bajo el franquismo sociológico que se plasma en las listas negras que circulan por ahí. El profesor Lazo, al que llamamos maestro con todas sus consecuencias, daba en el blanco mientras hablaba del negro que tiñe esos listados donde aparecen los disidentes del régimen, que para los barandas que gobiernan el cortijo de la Junta son los enemigos de Andalucía. Se confunde el todo con la parte al más puro estilo franquista y el presidente Chaves se envuelve en esa bandera verdiblanca que no le hace ni fu ni fa, ya que su andalucismo no es ni siquiera de importación, sino impostado.

Este franquismo sociológico está calando las mentes de los prebostes del régimen hasta llegar a la materia gris de sus grisáceos cerebros, esos órganos pensantes convenientemente amasados según el maniqueísmo sectario. Así llegamos al franquismo psicológico, esa actitud que convierte a todo el que critique lo más mínimo del régimen andaluz en un apestado al que hay que silenciar… de momento. Cuando pasen los años y aparezca una encuesta sobre la mesa del Zarrías de turno anunciando el fin de la hegemonía del partido, nos enteraremos de lo que es bueno. Como dice uno de los miembros de la escala inferior del régimen, “el partido es mi casa, mi familia, mi vida, y por el partido soy capaz de hacer cualquier cosa”. También podría haber añadido que el partido es el que le permite pagar la hipoteca de una casa en el centro de la ciudad, algo impensable si se examina su magro curriculum.

Las listas negras incluyen nombres y apellidos de andaluces honestos y honrados, de profesionales de acreditado prestigio, de intelectuales comprometidos con Andalucía que han caído en la desgracia de no hacerles gracia a los graciosos que nos gobiernan. Como señala en voz baja un jefe de prensa de una institución que forma parte del entramado del régimen, “cuando mi padre me contaba lo que pasaba en tiempos de Franco no me lo creía, pero ahora que lo estoy viviendo en primera persona sé que era cierto, aunque nunca podía imaginar que sería yo, y en democracia, el que reviviría todo aquello”. Este periodista desengañado que trabaja a su pesar para engordar el aparato de propaganda que nos apabulla con sus eslóganes ha visto y escuchado de todo: “hay escritores a los que no se les permite ni participar en actos de difusión cultural por los que ni siquiera cobran, imagínate qué ocurriría si fueran trincando, como hacen los adictos…”

Frente a las listas negras, las listas blancas donde aparecen los productores con denominación de origen “pata negra”. Los críticos reciben el tachón como respuesta y los arrimados al perol se llevan comisiones por doquier. Antes eran azules y ahora viran hacia el rosado, que es color que se lleva mucho en esta Andalucía de color de rosa en todos los sentidos figurados del término: rosa feliz, rosa Canal Sur, rosa Arrayán, rosa sociata, rosa como el Rosado de la Andalucía Film Comisión. Juan Ramón Jiménez, que pedía que no se tocara más a la rosa, ya lo dijo en un célebre poema: “Intlijencia, dame el nombre exacto de las cosas”. Pues eso: Andalucía Film… Comission. Una entidad sin ánimo de lucro con un director que viene directamente de las cañerías de Canal Sur y que reconvierte el Festival de Cine de Islantilla en una pasarela de series de televisión para mayor honra de la RTVA que le da de comer.

Listas negras frente a listas blancas. El franquismo psicológico anida en las mentes de esos sectarios del régimen que tachan de facha a todo el que critica sus manejos. Andalucía es una unidad de destino en lo universal, que en este caso no es el nombre de la productora norteamericana: para esas cosas ya tenemos la Andalucía Film… Comission.

miércoles, mayo 21, 2008

Enseñar a un sinvergüenza

Mi querido amigo:

Te escribo esta carta ahora que el género epistolar se ha puesto de moda. Te llamaré primo, que así es como nos conocemos en este patio de Monipodio donde medran los herederos de Rinconete y Cortadillo. Es posible que no sepas quiénes fueron estos dos tipos, ni falta que te hace. Para eso estoy yo, primo, para decirte qué tienes que hacer si quieres salir del barrio y convertirte en alguien. La ciudad es para nosotros, primo, ya está bien de que manden los de siempre, los fachas que fusilaron a nuestros abuelos. Empieza y termina siempre por ahí: cuando te veas acorralado, echa mano de este argumento. No falla. Y luego te fumas un puro o una pipa.

De momento hay que arrimarse a los buenos, o sea, a los nuestros, a los que ahora mandan. Pásate por alguna agrupata de barrio y déjate ver. Pega algunos carteles y pega la hebra con los que manejan el tema. Ya sabes: siempre hay que estar disponible para montar un ambigú, para cambiar el barril de cerveza, para comprar litronas, para lo que haga falta con tal de tener contenta a la gente del barrio. Aquí llega la primera prueba de fuego: no te pases de listo, no digas nada que deje en evidencia al que maneja la agrupata. Debes parecer siempre un poco más tonto que el jefe. El nivelito está muy bajo, así que no te costará trabajo llegar a ese término medio donde está la virtud… y la tela del telón.

Seguro que alguien te encargará un trabajito. Ya sabes: que si una facturita por aquí, que si un recibito por allí, que si un presupuesto que tienes que hacer para que cuadre el procedimiento y puedan encargarle la obra al cuñado de turno… Tú colaboras y te callas. Ahí está la clave, primo. En esta ciudad hay mucha gente que vive del silencio. ¿O cómo crees que ha llegado a su puesto el nota ese que nos estuvo convidando el otro día en la cervecería que tiene las mejores gambas del polígono? Por ahí se empieza, primo. De la gamba pasamos al langosto, que es otra división, y luego vienen la cigala de tronco y el bogavante: eso ya es la champions, primo. Pero a todo llegarás, no te preocupes.

Cuando ya te conozcan en el barrio debes dar el salto al Ayuntamiento o a la Diputación. Pero poco a poco, que correr es de cobardes. Déjate ver y déjate proponer. Arrímate a alguien que necesite poner algo a tu nombre para despistar. Si hay que llevar bolsas con dinero B a un chabolista, ahí está el tío, o sea el primo, o sea, tú. Si hay que hacer un presupuesto para un trabajo que luego no aparece por ninguna parte porque todo es de pega, ahí está otra vez el primo. Así de fácil. Del tirón, que es una forma de llevarse bien… lo que haya que llevarse.

No dejes de asistir a ningún mitin por muy mojonero que parezca. Siempre se agradece que haya gente aplaudiendo. Recuerda que la avenida principal de esta ciudad tiene el nombre mal puesto, que en realidad se llama avenida del Palmero. Tú aplaude todo lo que puedas, que eso no es malo y da puntos. Y luego tómate el cervezón con el baranda de turno, dile que ha estado cumbre, compórtate como los agradaores que tenían los señoritos fachas pero sabiendo que esto es una democracia y que todo lo hacemos para el pueblo. ¿Te estás quedando con la copla, primo?

Lo peor llega cuando te cogen en un renuncio. Entonces sentirás en la nuca el calor de la prensa que todavía no hemos controlado. En ese caso quédate quieto como ese don Tancredo que rima con… tú sabes de quién estoy hablando, ¿verdad, primo? Si no tienes más remedio que hablar, échale la culpa al que te persigue, di que te quieren linchar, que van a por ti como iban a por los rojos en la guerra. Si sabes algo de Historia echa mano de la Inquisición, pero no te veo yo ahora con mucho nivelito para eso. Apréndete el manual de memoria: el agraviado eres tú, el insultado eres tú, el que sufre eres tú. Y los que deberían pedir perdón son los perros de presa del capitalismo.

Si haces todo esto, dentro de unos años estarás disfrutando de la ciudad, que por algo es nuestra. Comerás en los mejores reservados mientras un carro te espera en la puerta. Irás a los mejores hoteles cuando hagas viajes de mangazo y no apoquinarás ni la cuenta del bar de tu calle. La vida será una continua pincelada, primo. “Ponga usted unas cositas en el centro”. No volverás a pasar hambre en tu vida. Que para eso ya estoy yo, que no soy nadie pero soy todos a la vez. ¿Te estás enterando de qué va esto del partido, primo? Pues aligera y repite continuamente el lema: “Compañeros, a trincar, que el mundo se va a acabar”.

Metromar Moreno

Enigma resuelto. Cuando le pusieron Metromar al centro comercial de Mairena del Aljarafe nos asaltó una duda. Lo de “metro” era por la obra que seguía abierta a pesar de que ya se hubiera cumplido el plazo de su inauguración. Pero lo de “mar” no había por dónde cogerlo. Han pasado los años y el nombramiento de Mar Moreno como consejera de Obras Públicas nos ha puesto sobre la pista de la solución del enigma. Ese centro comercial se llama así en honor de la consejera que por fin inaugurará la primera línea de metro… aunque al principio no funcionen todas las estaciones. Esto es como un piso que se entrega sin la cocina y con un dormitorio por enlosar. O como si usted compra un coche pero hasta seis meses después no puede meterle la marcha atrás ni abrir el maletero. O como si un baranda de la Junta tuviera que pagar su parte en las comidas de trabajo: esto es metafísicamente imposible, borren la comparación. Así pues, a partir de ahora la consejera del ramo –expresión rancia donde las haya- será Metromar Moreno, que ya queda menos.

lunes, mayo 19, 2008

Imanol y Manolito

Visibilizar es uno de esos horribles verbos que utilizan los apóstoles y las apóstolas de la corrección política para denunciar el oscurantismo en el que viven las personas marginadas por la sociedad de consumo, por el sistema, por el neoliberalismo o por la moral judeocristiana: se bate todo bien batido y sale un cóctel la mar de progre. Para comprender las tremendas injusticias que acarrea el Estado asimétrico de las autonomías hay que visibilizar la situación en que estudian un niño vasco y un niño andaluz, o una alumna vasca y su correspondiente andaluza. No hace falta que se firme ese acuerdo que han rubricado los organismos que se encargan de las estadísticas en la tierra de Chaves y de Ibarretxe, o viceversa. Con echar un vistazo a los presupuestos está todo dicho: un alumno vasco recibe una educación que cuesta el doble que la del discente de la Andalucía de la Segunda Modernización, vulgo al máximo. ¿Al máximo de qué, si nos doblan los vascos y las vascas en uno de los asuntos capitales para el funcionamiento de una sociedad?

Ahora vamos a visibilizar esta injusticia, pues ya se sabe que las estadísticas son demasiado frías. Imaginemos que a la hora del segmento lúdico de ocio, antes recreo, se reparten bocadillos para saciar el hambre de los adolescentes que se comen –uno sabe de lo que escribe- a su padre por los pies. A Imanol le endiñan una chapata -¿se escribirá txapata?- con jamón en su ikastola de Rentería, mientras en el IES Leo Chaves de Villaclimocubierta el pobre Manolito tiene que conformarse con media viena rellena con eso que ahora, gracias al Observatorio de Bocadillos y Tentempiés de la Consejería de Educación y Noviolencia, se denomina “fiambre circular de cromatismo rosáceo con inserciones del fruto del olivo” y que antes se conocía como mortadela con aceitunas. Si Manolito reclama la otra mitad de la viena le dice la maestra o el maestro de guardia que eso es lo que hay, y que si quiere comerse un bocadillo entero espere hasta mañana: con el de hoy, celosamente guardado en papel ecológico, y el del día siguiente podrá completar la viena.

Con los ordenadores podríamos visibilizar algo parecido. Mientras Izaskun disfruta de un ordenador para ella sola, Yénifer y Yésica deberán compartir el ordenador que les ha puesto la Junta… o que les va a poner, que esto no se sabe muy bien cómo va. En el patio de la ikastola hay dos porterías para jugar al fútbol. En el campo del colegio andaluz sólo una. ¿Profesorado de apoyo? Sigan haciendo las cuentas del doble o nada y llegarán a la conclusión de que este dato debería remover las ciencias y las conciencias de los andaluces que se movilizaron hace 28 años para que esto no volviera a suceder jamás. Sin embargo casi nadie dice nada. Y el que alce la voz será acusado por los barandas del régimen de echar a pelear a los distintos pueblos y territorios del Estado español.

El sudoku del que habló Solbes es algo mucho más complicado. Un sudoku tiene nueve casillas y otros tantos números que deben encajar. Pero el sistema de financiación de las autonomías no es así. Vascos y navarros disfrutan de un cupo que hunde sus raíces nada más y nada menos que en el sistema de los privilegios feudales. Y los catalanes ya están bordeando a Chaves con una displicencia que provocaría la reacción inmediata de un líder que tuviera algo más que el simple objetivo del mantenimiento en el poder a costa de lo que haga falta: si su tierra pierde dinero y dignidad, ¿qué más le da a Donmanuel? La consejera de Educación, a todo esto, se sale por la tangente como hacía cuando era la comisaria política de Zarrías en el Instituto Andaluz de la Mujer.

Conclusión con visibilización incluida: Imanol se come el bollo entero… y Manolito tiene que conformarse con la mitad.

viernes, mayo 16, 2008

La cena

-Aquí se pagan comisiones y eso lo sabe todo el mundo. Yo mismo las pago para contratar con la Administración. Se hace de muchas maneras: pagando en dinero B, o regalando viajes y vacaciones, o como sea siempre que no se deje ningún rastro.

Alrededor de la mesa hay seis personas: tres mujeres y tres varones. Paridad total. En el centro, un surtido papelón de pescado frito –pronúnciese “pescao”- nos reconcilia con la gastronomía tradicional andaluza y nos vacuna contra el virus de la nouvelle cuisine. Crujientes rodajas de pescada, chocos de Huelva, adobo en su punto, pijotas blancas como la nieve, gambas frititas, boquerón malagueño, huevas que piden más cerveza de la tierra para pasar el fielato del gaznate… Un lujo al alcance de muchos.

Esta cena tiene mucho que ver con la que estrena Boadella en Andalucía. Alejado de Cataluña por culpa del exilio sectario al que lo someten los nacionalistas de origen y los clonados de la izquierdilla social-charnega de Montilla y Corbacho, Boadella ha tenido que estrenar su última obra en Sevilla. ¿Estado de las autonomías? Más bien reinos de taifas que están convirtiéndose en guetos que fomentan la desigualdad entre los más débiles: los niños andaluces reciben la mitad del dinero que los alumnos vascos en un desequilibrio educativo que clama al cielo. Pero aquí, en esta Andalucía del régimen, nadie clama: todo es silencio.

-Estamos callados porque dependemos de la Junta. Mi empresa no podría salir adelante sin los contratos con la Administración. Así de claro. Por eso no puedo hablar cuando veo lo que está pasando en Andalucía: si te cortan el grifo te mueres de sed. Y si no pagas las comisiones te cierran la llave de los contratos y a ver cómo sobrevives.

Lo peor de todo es que las frases caen sobre el papelón de pescao frito y nadie se lleva las manos a la cabeza. No hay gritos ni lamentos. Es lo natural, lo que está establecido en el guión que sigue esta Andalucía del siglo XXI. El régimen ha llegado a casi todos los resquicios de la sociedad andaluza, como dijo el mismo Chaves durante la pasada campaña electoral. Con la medalla de oro de la Hermandad Matriz de Almonte en el pecho se completa la estampa del viejo y nuevo señorito que no deja de mandar en esta tierra de enchufes y enjuagues, de dineros pagados a la remanguillé para que el sistema se mantenga engrasado.

-No sé de qué te extrañas. Lo que está diciendo X ya lo sabemos todos. ¿O no te ha dicho nuestro amigo Y que los encargos de la Junta tiene que conseguirlos a base de ir soltando lo que haya que soltar? El dinero B se mete luego en el presupuesto, se engorda la factura y aquí salimos ganando todos.

¿Qué se puede hacer ante esta situación de corrupción generalizada? Boadella podría denunciarlo, pero en ese caso su obra no se estrenaría en ningún teatro andaluz y tampoco existiría para Canal Sur, esa emisora que ignora los tejemanejes del primo del alcalde de Sevilla como si no existiera ese escándalo. Todo está oculto bajo un manto de silencio que se parece cada vez más al que todo lo tapa en ciertas regiones del sur de Italia.

-Esto es lo que hay. Si quieres jugar tienes que tragar con las normas que han puesto. Llevan demasiados años en el poder y quieren retirarse por la puerta grande. ¿Tú crees que alguno de estos va a volver a trabajar alguna vez en su vida? Eso en el caso de que hayan trabajado alguna vez…

El pescao frito va enfriándose poco a poco. El aceite deja en el papel de estraza unas manchas que son asumibles por el sistema. Hace veintiocho años, un veintiocho de febrero se comieron un pescao similar los que contaban los votos de aquel referéndum. El que fue a por el pescao –cada uno hace lo que puede o lo que sabe- rige hoy los destinos del partido que controla el régimen andaluz. Conclusión A: aquí está todo el pescao vendido. Conclusión en B: y luego dicen que el pescado es caro…

miércoles, mayo 14, 2008

Félix Alfredo y olé

El Ayuntamiento de progreso le ha concedido la Medalla de la Ciudad a la Copla, así, todo con mayúscula de peina y volante. ¿Cómo se le puede conceder una medalla a un género musical? Este enigma sólo puede descifrarlo el perifrástico Torrijos con su sintaxis barroquizante. O su colega Jon Ander, el que reivindica las dictaduras donde se reprime la libertad de expresión mientras vive a costa de una democracia que le permite, por ejemplo, colocar a su esposa en el Ayuntamiento como se hacía antaño. Quieren quitarles los nombres a los alcaldes franquistas pero no se encargan de quitar las rancias costumbres del pasado.

Una medalla para la Copla con mayúscula. ¿Cómo se interpreta eso? ¿Le darán el año que viene la medalla de la ciudad a la Poesía, o al Teatro, o al Cine, o a la Arquitectura, o a la Ingeniería, o a la Fontanería, o al noble oficio del Varillero? Eso es precisamente lo que haría falta en la Granja de San Francisco, un buen varillero que limpiara los husillos y las arquetas que huelen a corrupción. Para disimular esta fetidez a la que se ha acostumbrado la Sevilla que siempre está al lado del poder, el alcalde se liará la manta a la cabeza y el mantón de Manila a la cintura durante la gala del mamoneo del medalleo hispalense. Será el día de San Fernando aunque el festival no se celebre en el teatro del mismo nombre, ya derribado. Alfredo Sánchez Monteseirín, Alfredito Buena Gente en los carteles, le cantará una versión de Francisco Alegre a su primo Félix Alfredo, vestidor de novias y vendedor de muebles, diseñador de páginas web que no aparecen ni por Internet y símbolo mayor del enchufismo que sigue reinando en la ciudad de la guasa.

(Voz engolada de pregonero a partir de ahora, por favor). Será a las doce de la mañana, cuando todos los relojes apunten al cielo azul purísima que refleja en su infinitud cósmica la inabarcable belleza de esa mujer altiva a la que llamamos Sevilla, de esa flor de inigualable donosura cuya enjundia está por encima de los parterres celestiales que brotan de la misma entraña de su ser inmaculado. Entonces saldrá al escenario el eximio trovador de la ciudad soñada, el gran Alfredito Buena Gente, heredero directo de Joselito y de los doce cascabeles que tiene su tranvía. La orquesta, dirigida por el maestro Marchena, atacará los primeros compases de la copla y todo se hará pasodoble en la voz pastueña y tostada de Alfredito, el príncipe de la copla:

“En los contratos han puesto un nombre / que no lo quiero mirá: / ¡Félix Alfredo, y su web! / ¡Félix Alfredo, y olá! / La gente dice: vivan los primos, / cuando lo ven diseñar. / Yo estoy callando por él / con la boquita cerrá. / Con cara dura / me dice: primo, ten la factura. / ¿Por qué me lloras / Sevilla la emprendedora? / Toma mi página web, / que soy un primo andaluz / y llevo al cuello el enchufe, ay, Jesús, / Que me diste tú…”

Reverberan las notas musicales, brillan las trompetas y sueñan los violines, vibran los premiados trombones y asciende la dulzura de la flauta a las catenarias del pentagrama modernizador de la ciudad. El maestro Marchena detiene por una milésima de segundo el acorde para que Alfredito coja el aire del estribillo mientras el público empieza a sentir el brote de la emoción en las lágrimas que bajan por las laderas sentimentales de las mejillas. Ahí va el estribillo:

“Félix Alfredo, primito mío, / dale al Marchena la facturita de aquella web; / Francisco Alfredo vendía vestíos / con un te quiero que entre suspiros yo le bordé. /Zoidito bravo, no me lo mires de esa manera, / deja que cobre aunque no tenga ni la carrera. / Zoidito noble, ten compasión, / que entre bordaos, / lleva encerrao, / ¡Félix Alfredo, y olé! /
Mi punto com”.

Los aplausos están a punto de romper la estructura de esa bombonera que lleva el nombre del Fénix de los Ingenios: no confundir con el ingenioso Félix Alfredo que ha cobrado varias facturas sin haber hecho nada. El público muestra su fervor con una ovación que obliga a Alfredito Buena Gente a poner a la orquesta en pie. Ahí está Emilio Carrillo, solista de guardia, o Rosamar Prieto con su flauta travesera recién importada del polo Norte. Alfonsito Rodríguez Gómez de Celis es el hombre orquesta, y Rodrigo Torrijos lleva el compás con la pipa que exhala notas humeantes para disimular el olor a corrupción. El pobre Marchena dirige la orquesta y se queda sin tocar su instrumento favorito: la viola da gamba. Alfredito saluda al respetable junto a su primo Félix Alfredo y el telón baja lentamente.

domingo, mayo 11, 2008

Medalla rociera

“Al Rocío con la Junta siempre fui, yo siempre fui con la Junta…” Al cruzar el Ajolí se escuchan las sevillanas del régimen, nuevo subgénero de este cante que traspasó fronteras hasta abrir academias de baile en las ciudades más insospechadas del mundo: cada uno exporta lo que puede o lo que tiene. El Rocío ya forma parte de ese entramado que se ramifica por todos los vasos capilares de Andalucía para conseguir el milagro del mapa soñado por Borges. El escritor argentino imaginó, en uno de sus magistrales relatos, un mapa que contuviera todo aquello que existía en un territorio. Y a escala real. El resultado no era otro que una duplicación del terreno: al final no se sabe dónde empieza la realidad y dónde termina la ficción.

El régimen está convirtiéndose en el espejo de Andalucía, en el mapa que la contiene dentro de su aparatoso sistema burocrático y político. Ha conseguido la cuadratura del círculo que denuncia Muñoz Molina cuando ve a esos intelectuales que van de progres y de rebeldes… mientras besan la mano que les da de comer. Y con las fiestas religiosas ha logrado el más difícil todavía, el triple salto mortal que consiste en resucitar el nacionalcatolicismo de antaño para convertirlo en el regionalcapillismo de hogaño. Para celebrar esta resurrección histórica, la Hermandad Matriz de Almonte le impondrá hoy al presidente de la Junta de Andalucía su medalla de oro. Con esto ya está todo dicho.

El año pasado le tocó al obispo de la diócesis y este año le llega el turno al presidente de la Yunta de Andalucía: del yugo y las flechas hemos pasado a la yunta que todo lo domina en el territorio andaluz. Ya sólo falta que Chaves entre en la ermita bajo palio, algo que le daría trabajo a uno de los miembros de la hermandad filial de Climo Cubierta. Su hermano Antonio José podría diseñar un palio posmoderno para que el líder espiritual de los andaluces entrara en el santuario almonteño bajo un diseño posmoderno que uniera tradición y vanguardia, medalleo y segunda modernización, laicismo de conciencia y rocierismo de conveniencia… o viceversa, que aquí no se sabe qué fue antes, si el huevo progre o la gallina rancia.

En esta Andalucía de la fiesta permanente, donde siempre hace sol como en las series interminables del estilo Arrayán, la crisis económica apenas existe. Se habla de desaceleración y los boletines de Canal Sur que a duras penas se abren paso entre tanta salida de carretas rocieras nos tranquilizan con la reunión que mantendrá Griñán con unos cuantos consejeros y consejeras. Lo que verdaderamente importa es el costo que llevarán los romeros hasta la aldea global, el número de hermandades filiales que hoy se ponen en ruta, la cantidad de gente que visitará la aldea durante el fin de de semana. Aquella romería criticada por el mester de progresía –recuérdese la censura que sufrió la película “Rocío” por denunciar lo que hoy se oculta bajo el manto amable de Canal Sur- se ha convertido en una fiesta intocable que le rinde pleitesía al señorito Donmanuel que llegará a lomos de los caballos del audi oficial.

Para el régimen la fiesta es sagrada. Pan y romería para enmascarar esa crisis que siempre puede esperar. La Yunta de Andalucía se reviste con el traje corto y la falda de lunares –paridad ante todo- y nos convierte a los andaluces en lo que siempre fuimos: figurantes que nos representamos a nosotros mismos. En Gines, el socialismo ha inventado el PER rociero con la paga de 600 euros al que lleve una carreta hasta Almonte. Chaves recibe la medalla de oro de la Hermandad Motriz de Almonte ante la Virgen del Rocío. Como en los viejos tiempos. Esto de la memoria histórica es lo que tiene. Andalucía se parece cada vez más a lo que nunca dejó de ser. “Al Rocío con la Junta siempre fui, yo siempre fui con la Junta…”